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Estaba oscuro afuera y también estaba oscuro dentro de la tienda de acampar. Carlos y sus nuevos amigos Roberto y Jaime, estaban dentro de sus bolsas de dormir en el campamento. Los amigos de dormían, pero Carlos estaba bien despierto. Él pensaba en las cosas que habían hecho durante el día.

A le gustó la historia bíblica que les enseñaron, también las lecciones de natación en la tarde fueron divertidas.

Entonces recordó ver los dulces en la dulcería. Él no tenía mucho dinero en el campamento, así que había decidido esperar para comprar su favorito después.

Pero ahora estaba acostado dentro de su bolsa de dormir pensando en los que había visto, eso lo hizo sentir hambre. ¡Comerse una barra de chocolate afuera sería delicioso! Pensó que no podría esperar hasta la tarde del siguiente día cuando compraría el dulce que tanto deseaba.

En ese instante recordó que Roberto había comprado algunos y que estaban dentro de la bolsa de Roberto en una esquina de la tienda de campaña.

pensó que si sólo tomaba uno de aquellos , tal vez Roberto no se daría cuenta que le faltaba uno.

miró a su alrededor para asegurarse que los otros niños estaban dormidos. Entonces muy despacito y con cuidado salió de su bolsa de dormir. Estaba seguro que nadie se iba a dar cuenta.

“De todos modos”, pensó , “Roberto tiene algún dinero extra y podrá comprar más mañana”.

gateó a través del piso hasta el lugar donde estaban las cosas de Roberto. Estaba muy oscuro. El piso chirrió y el aire frío lo hizo tiritar. Carlos estaba asustado.

Finalmente, llegó al lugar donde estaba la bolsa de Roberto. Lentamente abrió el cierre de la bolsa y tomó una barra de . Luego cerró la bolsa rápidamente, confi ando que los otros niños no se despertaran.

regresó a su bolsa de dormir con la barra de . La sentía grande y pesada en su mano y comenzó a pensar en lo que había hecho. ¡Había tomado algo que no le pertenecía! Él sabía que eso era malo.

Pero ya dentro de su bolsa de dormir, comenzó a sonreir. “Eso fue fácil”, pensó. “Y de todos modos nadie me vio”.

sostuvo muy fuerte la barra de en su mano. Luego pensó acerca de la historia bíblica que les habían enseñado. Recordó el versículo de la Biblia que dice: “...Tú eres Dios que me ve”. ¿Será verdad que vio lo que él había hecho, aun en la oscuridad?

recordó que Jaime había preguntado al maestro sí era cierto que podía ver incluso en la oscuridad.

“Sí”, había respondido el maestro.

“ incluso sabe lo que estamos pensando y lo que está en nuestro corazón. se entristece cuando nos ve hacer cosas malas”.

“¡Oh, no!”, pensó , “yo robé esta barra de . Si mis amigos no me vieron, si me vio y Él debió entristecerse”.

salió nuevamente de su bolsa de dormir y volvió silenciosamente hasta donde estaba la bolsa de Roberto y puso la barra de donde la había encontrado. Estaba contento que los otros niños no habían despertado para darse cuenta de lo que él había hecho.

Luego se deslizó de vuelta a su bolsa de dormir. Allí comenzó a hablar con el Señor :

“Por favor, perdóname Señor ”, él oró. “Yo sé que hice mal al tomar la barra de de Roberto. Me arrepiento por lo que hice”.

“Gracias, Señor por ayudarme a regresar la barra de al lugar donde la encontré. “Y gracias por perdonarme”.

sabía que le ama y que lo perdonó, porque él se arrepintió y pidió a que lo perdonara.

cerró sus ojos y sonrió porque ahora se sentía feliz de nuevo. Al momento se durmió.

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Aprende este versículo para que lo puedas decir:

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