UB David + I'll B Jonathan, Inc.

bajo un acuerdo especial con


Esta lección está escrita por El Club del Buzón


presenta
"La Nueva Vida en Cristo (Curso 3)"

 

UB David + I'll B Jonathan, Inc.

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El Club del Buzón

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La Nueva Vida en Cristo

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es…" 2 Corintios 5:17

Lección 9: Una Nueva Relación

Una Nueva Relación


Lectura Bíblica y Versículo para Memorizar


En nuestra última lección aprendimos la verdad maravillosa de que estamos en Cristo. Ya no estamos en Adán, sino estamos en Cristo. Debido a que estamos en Cristo, tenemos una nueva posición ante Dios. Dios nos ve perfectos en Cristo.

Yo estoy en Cristo y Cristo está en mí

En esta lección aprenderemos más acerca de lo que pasó cuando nacimos de nuevo. No solamente tenemos una nueva posición ante Dios, sino también tenemos una nueva relación con el Señor Jesucristo. Esta nueva relación se puede expresar en dos oraciones cortas:

1 Yo estoy en Cristo.

2 Cristo está en mí.

Para ayudarnos a comprender esta nueva relación entre Él mismo y el creyente, el Señor Jesús usó una ilustración de la naturaleza. Él dijo: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos". El Señor Jesús es la Vid; los creyentes somos los pámpanos. Así que cuando "la vid" se mencione en esta lección, pensemos en el Señor Jesús; cuando se mencionen "los pámpanos", pensemos en nosotros mismos.

La Vid y los pámpanos son una sola cosa

Jesús dijo: “Yo soy la Vid, vosotros sois los pámpanos”.

Al contemplar la vid y sus pámpanos, vemos que son una sola cosa. Comparten una vida. La misma vida que fluye por la vid, fluye también por los pámpanos.

Esto nos enseña que somos uno con el Señor Jesús. La Biblia dice:

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él (1 Corintios 6:17).

En el mismo instante en que recibimos al Señor Jesús como nuestro Salvador, quedamos unidos a Él. Somos hechos parte de Él. Así como los pámpanos están unidos a la vid, así nosotros quedamos unidos al Señor Jesús. Somos uno con Él.

El pámpano esta en la Vid

El pámpano está en la vid

Al seguir contemplando la vid y sus pámpanos, vemos algo más. Vemos que el pámpano está en la vid. Esto nos enseña que estamos en Cristo. Ya hemos aprendido esta gran verdad: Que estamos en Cristo, pero ahora vemos que nuestra unión con Él es una unión viviente. Así como el pámpano está unido a la vid viviente, así también estamos unidos al Cristo viviente. Estamos en Cristo.

NO SIEMPRE ESTÁBAMOS EN CRISTO. Antes que nos convirtiéramos en hijos de Dios, estábamos en Adán. Estábamos unidos a él. Compartíamos su vida y también teníamos su naturaleza en nosotros.

¿QUÉ SUCEDIÓ CUANDO FUIMOS SALVADOS? Dios nos separó de Adán y nos injertó en Cristo.

Quitados de Adán; unido a Cristo

INJERTAR UN PÁMPANO quiere decir separarlo de una vid y unirlo a otra. El pámpano primero tiene que ser cortado de la vida antigua.

Luego se hace un corte en la nueva vid, y el pámpano se coloca en este corte y se ata con firmeza. Poco después la vida de la nueva vid empieza a fluir dentro del injerto y el pámpano queda unido a la nueva vid en una unión viviente.

Ahora podemos ver la cosa tan maravillosa que Dios hizo por nosotros. Cuando nacimos de nuevo, Dios nos separó de Adán y nos injertó en Cristo. La Biblia dice:

Mas por él (Dios) estáis vosotros en Cristo Jesús… (1 Corintios 1:30).

AHORA ESTAMOS UNIDOS al Señor Jesucristo en una unión viviente. Él es la Vid nueva, y nosotros somos los pámpanos vivientes en Él. Nosotros compartimos su vida y tenemos su naturaleza en nosotros. La Biblia dice que somos

participantes de la naturaleza divina… (Pedro 1:4).

La Vid esta en el pámpano

La Vida de la Vid está en los Pámpanos

No sólo está el pámpano en la vid, sino también la vid está en el pámpano. Después de que el pámpano ha sido injerto en la vid, la mismísima vida de la vid empieza a fluir por el. Esto es lo que mantiene vivo al pámpano y lo hace que fructifique.

Esto nos enseña que Cristo está en nosotros. No sólo estamos en Cristo sino Él también está en nosotros. Tenemos la mismísima vida de Cristo en nosotros. ¿Cómo es posible esto? Veamos como el mismo Señor Jesús explicó esto a sus discípulos.

Cuando el Señor Jesús estaba aquí en la tierra, andaba y conversaba con sus discípulos. ¡Cómo gozaban durante estas horas que pasaban con Él! Pero, cierto día, Él les dijo algo que les entristeció muchísimo. Les dijo que muy pronto Él los dejaría. Pero Jesús consoló a sus discípulos con estas palabras:

Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad… vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros (Juan 14:16-17).

“No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”.

EL SEÑOR JESUS hizo una promesa maravillosa a sus discípulos. Prometió que enviaría al Espíritu Santo para morar con ellos para siempre. Y Él no sólo estaría con ellos, sino también estaría en ellos. Luego agregó estas palabras: "No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros". Así vemos que la venida del Espíritu Santo sería la venida del mismo Señor Jesús a vivir en ellos.

Era como si el Señor Jesús les hubiera dicho: "Me voy pero regreso en una forma nueva y maravillosa. En la persona del Espíritu Santo, vengo a morar en ustedes, y nunca les dejaré". Jesús dijo:

En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros (Juan 14:20).

volvió al Cielo donde fue exaltado al lugar más elevado en el universo

Poco tiempo después que Jesús había pronunciado estas palabras, fue crucificado y sepultado. Al tercer día, resucitó de entre los muertos y apareció a sus discípulos con su cuerpo resucitado. Después de 40 días volvió al Cielo donde fue exaltado al lugar más elevado en el universo. La Biblia dice:

…(Dios) resucitándole de los muertos, y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero (Efesios 1:20-21).

La venida del Espíritu

Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo

Durante diez días después de la ascensión del Señor Jesús, los discípulos se reunieron para orar y ayunar. En el día de Pentecostés, el Señor Jesús cumplió su promesa a los discípulos. Él llegó a vivir en ellos.

DESDE AQUEL DÍA EN ADELANTE, cuando una persona nace de nuevo, el Espíritu de Cristo viene a morar en él inmediatamente. La Biblia dice:

Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo… (Gálatas 4:6).

Cristo vive en nosotros por su Espíritu para que podamos decir de verdad: Cristo vive en mí.

El secreto de la vida Cristiana

Ya hemos descubierto uno de los secretos más grandes de la vida cristiana. El secreto es este:

Cristo vive en nostros

El apóstol Pablo llamó a esto un gran misterio. Él escribió a los cristianos colosenses:

A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria (Colosenses 1:27).

¿Qué es la vida Cristiana?

¿Es la vida cristiana tratar de portarse bien? No. ¿Es tratar de imitar a algún buen cristiano? No. ¿Es tratar de imitar al mismo Señor Jesús? No; la vida cristiana no es ninguna de estas cosas. Entonces, ¿qué es la vida cristiana? Es:

CRISTO VIVIENDO SU VIDA EN NOSOTROS

El apóstol Pablo dijo: Para mí el vivir es Cristo. Él no dijo, Para mí el vivir es tratar de imitar a Cristo. No. Pablo dijo: Para mí el vivir es Cristo. ¿Qué es lo que en realidad quiso decir Pablo? Quiso decir: Para mí el vivir es tener a Cristo viviendo su vida en mí.

ENTONCES, ¿CÓMO VIVIMOS LA VIDA CRISTIANA? La vivimos confiando en que el Señor Jesús viva su vida en nosotros. En vez de tratar de vivir la vida cristiana, le dejamos a Él vivir su vida en nosotros. Su vida siempre agrada al Padre. Él dijo:

Porque yo hago siempre lo que le agrada (Juan 8:29).

El Señor Jesús no ha cambiado.

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos

Él todavía es la misma Persona y quiere vivir su vida en nosotros. Esto lo hará a medida que confiemos en Él.

Escuchemos una vez más al Señor Jesús mientras nos dice estas palabras maravillosas:

"Yo soy la vid, vosotros los pámpanos".

No tenemos que tratar de hacernos pámpanos, ya somos pámpanos, para siempre unidos a Él en una unión viviente.

MIENTRAS VIVIMOS DÍA A DÍA, debemos contar con el hecho de que somos uno con Cristo. Recuerda que la fe en nuestra posición la hace verdadera en nuestra vida.

¿QUÉ QUIERE DECIR ESTO? Quiere decir que, mientras contamos con el hecho de que estamos en Cristo y Él está en nosotros, recibimos el poder para vivir como un hijo de Dios debe vivir.


Joya Descubierta

Oracion


SUGERENCIAS ÚTILES
LA LECTURA BÍBLICA: Comunión con Dios

Apuntamos a continuación algunas ideas que te ayudarán a tener comunión con Dios mientras lees la Biblia.

leer la Biblia

Por qué leer la Biblia

La Biblia es la Palabra de Dios para nosostros.

Leemos la Biblia en primer lugar para tener comunión con Dios. La Biblia es la Palabra de Dios para nosostros. Él no nos habla en voz alta sino habla a nuestro corazón mediante su Palabra Escrita. Si queremos oír lo que Dios tiene que decir a nuestro corazón, tenemos que leer la Biblia.

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Cómo leer la Biblia

Léela en voz alta Te ayudará a mantener tu mente fija en lo que estás leyendo.

Piensa No la leas de prisa. Toma tiempo para meditar en lo que estás leyendo.

Habla con Dios Háblale acerca de lo que estás leyendo. Si no comprendes algo, díselo y pídele que te ayude a comprender. Cuando leas algo que te ayude, dile esto y dale gracias por ello. Cuando leas algo maravilloso acerca de Dios, dile en ese momento cuán maravilloso es Él.

Espera en Dios Esto quiere decir que estés en silencio ante Dios con tu mente puesta en Él y en Su Palabra que tú acabas de leer.

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Qué hacer en cuanto a esto márcalo

Márcalo. Cuando Dios te hable de algo especial para ti, subraya esas palabras en tu Biblia. Ese es el mensaje de Dios para ti en lo personal. Para esto, es mejor usar un lápiz de color o resattador. (No uses bolígrafo ni pluma fuente porque la tinta de éstos pasa al otro lado de la página en la mayoría de las Biblias.)

Obedécela. Haz lo que dice Dios. A veces Él nos señala un pecado que necesitamos confesarle. A veces nos señala algo que tenemos que arreglar con otra persona. Obedece pronto.

Dílo. Comparte con otros las bendiciones que Dios te da mientras que lees su Palabra. Esto te ayudará a ti así como también a otros.

Recuérdala. Durante todo el día, deja que tu mente recuerde la palabra que Dios te habló a ti. Habla con Él acerca de esto en tu corazón. Esto es comunión con Dios.

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