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"La Nueva Vida en Cristo (Curso 3)"
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"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es…" 2 Corintios 5:17
Lección 8: En Cristo
En nuestra última lección aprendimos que hay dos familias en el mundo: la familia de Adán y la familia de Cristo. Dios nos ve en Adán si pertenecemos a la familia de Adán. Si estamos en la familia de Cristo, Él nos ve en Cristo (Dios nos ve como ve a Cristo).
El te ve a ti en Adán o en Cristo, me ve a mí en Adán o en Cristo.
¿QUÉ QUIERE DECIR "estar en Adán"? Estar en Adán es participar en todo lo que Adán era y hacía. Por naturaleza todos estábamos en Adán, separados de Dios y esclavos del pecado y de Satanás. ¡Qué terrible!
PERO AQUÍ HAY NOTICIAS MARAVILLOSAS. Cuando nacimos de nuevo, Dios nos puso en Cristo. No podíamos hacer esto nosotros mismos, pero Dios lo hizo por nosotros. Ahora estamos en Cristo.
¿CÓMO LLEGAMOS A ESTAR EN CRISTO? ¡Dios nos puso allí! La Biblia dice:
Mas por él (de Dios) estáis vosotros en Cristo Jesús… (1 Corintios 1:30).
La frase más preciosa en la Biblia entera es esta pequeña frase: "En Cristo". ¡Esta frase o su equivalente aparece más de 130 veces en el Nuevo Testamento!
Aquí tenemos algunos versículos que nos hablan de nuestra nueva posición en Cristo:
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús… (1 Corintios 1:30).
…Dios… nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo:
Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo… (Efesios 1:3-4).
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas (Efesios 2:10).
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17).
…y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo (1 Juan 5:20).
en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (Colosenses 1:14).
Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús (Romanos 8:1).
…a los santificados en Cristo Jesús… (1 Corintios 1:2).
¿Te fijaste en las palabras, "en Cristo", "en Él", y "en el cual"? Conforme leas el Nuevo Testamento, encontrarás estas palabras muchísimas veces.
¿QUÉ QUIERE DECIR estar "en Cristo"? Estar en Cristo es participar de todo lo que Cristo es y de todo lo que Él hizo. La Biblia dice que Dios nos bendijo con toda bendición espiritual… en Cristo. Vamos a considerar algunas de estas bendiciones que son nuestras porque estamos en Cristo.
Somos perdonados
Porque estamos en Cristo, Dios nos ha perdonado todos los pecados. La Biblia dice:
en Él cual tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (Colosenses 1:14).
Somos justificados
¿Qué quiere decir ser justificado? Quiere decir ser declarado justo. ¿Cómo somos justificados ante Dios? Somos justificados en Cristo.
El Señor Jesús era perfectamente justo, y ahora Dios nos ve justos en Él. Él llevó nuestros pecados para que nosotros tuviéramos Su justicia. La Biblia dice:
Al que no conoció pecado (Cristo), por nosotros (Dios) lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él (2 Corintios 5:21).
Somos hechos cercanos a Dios
Como pecadores estábamos separados de Dios y teníamos temor de acercarnos a Su presencia. Pero ahora, en Cristo Jesús, podemos aproximarnos confiadamente a la presencia de Dios porque la sangre de Jesucristo nos ha limpiado de todo pecado. La Biblia dice:
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo (Efesios 2:13).
Somos aceptados por Dios
Antes de ser salvos, éramos enemigos de Dios. Ahora somos aceptados por Él como Sus propios hijos amados.
¿Por qué somos aceptados por Dios?
¡Porque estamos en Cristo! La Biblia dice:
Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado (en Cristo) (Efesios 1:6).
Somos santos
Dios tiene un nombre nuevo para los creyentes. El llama a los creyentes "santos en Cristo Jesús".
La palabra "santo" quiere decir uno que es perfecto y libre de toda culpa. A los ojos de Dios, cada creyente es un santo en Cristo. En nosotros mismos no somos santos, pero Dios nos ve en Cristo.
Cuando comparecemos ante Dios, comparecemos en la santidad de Cristo. Somos "santos en Cristo".
Somos sellados
Somos hijos de Dios y nuestro destino es el Cielo.
Dios nos ha puesto en Cristo y nos ha sellado con el Espíritu Santo. La Biblia dice:
y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13).
Somos completos
Todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana es nuestro en Cristo.
Somos completos en Él. La Biblia dice:
Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él… (Colosenses 2:9-10).
Hemos considerado solamente unos pocos de los versículos que nos dicen lo que significa estar en Cristo. Como hijos de Dios, ya no estamos en Adán. Ahora estamos en Cristo.
¿Querrá decir eso que nunca más volveremos a pecar?
No, no quiere decir eso. En la epístola que el apóstol Pablo escribió a los creyentes en Corinto, encontramos algunas cosas que parecen difíciles de entender. Por un lado, Pablo llama a estos creyentes "santos" y dice que son "santificados" (hechos santos) en Cristo Jesús. Por otra parte, en la misma carta, Pablo habla de algunos de los pecados terribles en sus vidas. Algunos de ellos eran orgullosos; otros se peleaban entre ellos mismos y otros más eran culpables de inmoralidad.
¿Cuál es la explicación de esto? ¿Cómo podía decir Pablo que eran "santos en Cristo" mientras que a la vez no estaban viviendo como los cristianos debieran vivir? Para responder a estas preguntas, debemos comprender la diferencia entre nuestra posición y nuestra condición.
¿Cuál es nuestra posición?
Nuestra posición es la manera como Dios nos ve en Cristo. Incluye todo lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo. Dios nos ha dado una posición perfecta en Cristo.
¿Es nuestra posición siempre perfecta? Sí, lo es. ¿Por qué? Porque depende de lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo. Estamos en Cristo, y Dios nos ve perfectos en Él. La Biblia dice:
Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados (los que están en Cristo) (Hebreos 10:14).
¿Cuál es nuestra condición?
Nuestra condición es la manera como vivimos en la tierra. La Biblia la llama nuestro "andar".
¿Es perfecta nuestra condición alguna vez? No, no lo es. ¿Por qué? Porque depende de lo que somos en nosotros mismos. Somos pecaminosos. La Biblia dice:
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosostros mismos, y la verdad no está en nosotros (1 Juan 1:8).
Nos ayudará en nuestra vida cristiana recordar que nuestra posición es la manera como Dios nos ve en Cristo mientras que nuestra condición es la manera como vivimos en la tierra. A la vista de Dios en Cristo siempre somos perfectos; en nosotros mismos, somos pecaminosos.
¿Querrá decir eso que podemos estar satisfechos con nuestros pecados? ¡No, no quiere decir eso! Dios quiere que nuestra vida cotidiana llegue a la altura de nuestra posición en Cristo. Somos "santos en Cristo"; Dios quiere que seamos santos también en nuestra vida diaria. La Biblia dice:
Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir (1 Pedro 1:15).
¿Cómo podemos ser santos?
En Su Palabra, Dios nos ha dicho cómo debemos "andar" o vivir en esta vida. Debemos andar por fe. Esto quiere decir que debemos depender de lo que somos en Cristo. La Biblia dice:
Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él (Colosenses 2:6).
He aquí un gran secreto de la vida cristiana:
Cuando comprendemos que somos "santos en Cristo Jesús" nos convertimos en santos en nuestra vida diaria. Cuando vemos que somos "santos en Cristo Jesús" empezamos a vivir como los santos deben vivir. Cuando vemos que verdaderamente somos "hijos de Dios" empezamos a vivir como deben vivir los hijos de Dios.
Cuando dependemos de lo que somos en Cristo, el Espíritu Santo lo hace real en nuestra vida.
Sugerencias útiles a solas con Dios
El secreto de una vida cristiana firme es la "Hora Devocional" diaria con Dios. Este es un período que se pasa a solas con Dios en el estudio de Su Palabra y en oración. He aquí algunos consejos que te ayudarán a formar el hábito de una Hora Devocional Diaria.
Tiempo y lugar
Escoge una hora que sea conveniente para ti. Temprano por la mañana es la mejor hora para la mayoría de la gente.
Escoge un lugar donde puedas estar solo. Esto puede significar levantarte temprano en la mañana, antes que los demás de la familia.
Después de escoger la hora y el lugar, sigue constante con ellos.
La Biblia
Usa una Biblia que tenga buena letra y que sea fácil de leer. Ten un plan para leer la Biblia. Lee primero el Evangelio según San Juan. Después que hayas terminado el Evangelio de Juan, empieza el Evangelio según Mateo y así, lee a su tiempo todo el Nuevo Testamento.
Cuando abras tu Biblia para leer, primero cierra los ojos y habla con Dios. Confiesa tus pecados, pídele a Dios que hable a tu corazón por medio de Su Palabra conforme tú la vayas leyendo. Recuerda que tú estás ante la presencia de Dios.
La Oración
Después de leer y escuchar para que Dios hable a tu corazón por medio de Su Palabra, toma tiempo para orar. Dale gracias por Su palabra a ti; dale gracias por Sus bendiciones, menciónalas una por una; dale gracias por la sangre de Jesucristo que nos limpia de todo pecado; dale gracias por contestar a tus oraciones; dale gracias más que todo por el Señor Jesús, tu Salvador.
¿Quieres pedirle algo? Preséntale los deseos de tu corazón. Él escucha cada una de las peticiones.
Acuérdate de orar por tu familia y amistades. Sería bueno hacer una lista de aquellas personas por quienes tú estás orando.
¿De veras quieres conocer bien a Dios? Entonces tienes que pasar tiempo a solas con Él.
¡Empieza tu hora devocional hoy mismo!