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En nuestras últimas dos lecciones aprendimos algunas cosas maravillosas acerca de la Iglesia. Aprendimos que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Cristo mismo es la Cabeza de la Iglesia y todos los creyentes son miembros de Su Cuerpo.

En medio del sistema mundano de Satanás, Cristo tiene un Cuerpo mediante el cual puede obrar y manifestar Su gran poder victorioso. Es por medio de la Iglesia que Cristo expresa Su vida y hace Su obra en el mundo.

En esta lección consideraremos la misión de la Iglesia: Lo que la Iglesia debe hacer.

¿Cuál es la Misión de la Iglesia?

La misión de la Iglesia es proclamar el evangelio a cada persona en el mundo. Cada creyente tiene una parte en esto. El Señor Jesús dijo:

"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura".

Han pasado casi dos mil años desde que nuestro Señor dio este mandamiento a Sus discípulos; sin embargo, hoy día todavía hay millones de personas que no son salvas. Estas personas sin salvación pueden ser divididas en dos grupos:

Los que han oído el evangelio y lo rechazaron, y

 

Los que nunca han oído el evangelio.

En esta lección pensaremos en el segundo grupo: los que no han oído el evangelio y no tienen un conocimiento verdadero de Dios. Queremos ver cuál es su condición espiritual y qué es lo que Dios nos ha ordenado hacer en cuanto a esto.

¿Cuál es la condición de los que no han oído el Evangelio?

Están en tinieblas espirituales y bajo el poder de Satanás. ¿Cómo sabemos esto? Porque cometen pecados terribles: adoran ídolos de madera y de piedra; viven con temor a espíritus malignos; tienen miedo de morir. En algunos países, las madres lanzan sus niñitos a los cocodrilos; otros se hieren y caminan sobre lechos de clavos. ¿Por qué hacen esas cosas? Porque se les ha dicho que al hacer eso, Sus pecados les serán perdonados.

En otros países, la gente es muy civilizada; sin embargo, no conocen a Dios. Tal vez no adoran ídolos de madera o de piedra; no obstante, ellos también están en tinieblas espirituales y bajo el poder de Satanás. La Biblia describe su condición como "sin Cristo, sin esperanza y sin Dios en el mundo".

¿Creó Dios a la gente sin ningún conocimiento de Él? No, no fue así. El hombre fue creado a imagen de Dios, pero el hombre se apartó de Dios.

En el primer capítulo de Romanos leemos acerca del descenso gradual del hombre alejándose de Dios. Cuando conocieron a Dios, no le glorificaron como Dios, ni estuvieron agradecidos, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Pretendiendo ser sabios, se volvieron necios. En vez de adorar al glorioso Dios que los creó, hicieron imágenes de aves, de animales y de serpientes y adoraron esos ídolos. Después se entregaron a una terrible perversidad e inmoralidad. Por consiguiente los hombres pasaron de la luz espiritual a las tinieblas espirituales. (Véase Romanos 1:21-32)

¿Están perdidos los que nunca han oído el Evangelio?

SÍ, ESTAN PERDIDOS. Cada persona sin Cristo está perdida. Los que mueren en sus pecados estarán separados de Dios para siempre, en el lago de fuego. La Biblia dice:

Los malos serán trasladados al Seol, todas las gentes que se olvidan de Dios (Salmo 9:17).

¿Por qué estan perdidos los que nunca han oído el Evangelio?

Están perdidos por dos razones:

Son pecadores.

No conocen a Cristo como su Salvador.

Aunque estas personas no tienen la Palabra de Dios, ellos saben que hacen lo malo. ¿Cómo lo saben? Porque Dios ha puesto Sus leyes en sus corazones y conciencias. Ellos saben que mentir, robar, asesinar, adulterar, matar y otras cosas que hacen son malas; sin embargo, hacen todo eso. Por consiguiente son pecadores y serán juzgados por sus pecados. La Biblia dice:

…el alma que pecare, esa morirá (Ezequiel 18:4).

¿Pueden sus religiones salvarlos?

Muchas personas creen que, si esta gente es sincera en sus religiones, Dios de alguna manera los salvará. ¿Es verdad esto? No, no es verdad.

LA BIBLIA ESTABLECE MUY CLARO que una persona no puede ser salva si no recibe al Señor Jesucristo personalmente como su Salvador. Cristo es el Salvador: el único Salvador. El Señor Jesús dijo:

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14:6).

La salvación se halla en Cristo y sólo en Él. La Biblia dice:

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (Hechos 4:12).

Los que adoran ídolos puedan ser sinceros en sus religiones, pero su adoración no es aceptada por Dios. La Biblia dice que, cuando la gente hace sacrificios a ídolos, ¡en realidad está adorando a Satanás y a sus espíritus malignos! En esto puedes ver por qué Dios odia todas las religiones falsas y por qué Él no aceptará a los que adoran ídolos.

¿Pueden ser salvas estas personas?

Sí, ¡por supuesto! El evangelio es para todo el mundo. La Biblia dice que el evangelio de Cristo "es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree".

Cuatro preguntas importantes

La Biblia dice: "Todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo". Pero la Biblia hace estas preguntas acerca de los que no han oído el Evangelio:

¿Cómo pueden invocar el nombre de Cristo si no han creído en Él?

 

¿Cómo creerán en Él si no han oído de El?

 

¿Cómo oirán de Él sin que haya quien les predique?

 

¿Cómo les predicará un predicador si no fuere enviado?

(Véase Romanos 10:14-15).

¿Puede la gente invocar al Señor Jesucristo si no ha creído en Él? No, no puede. ¿Pueden creer en Él si no han oído de Él? No, no pueden. ¿Pueden oír de Él sin que alguien les hable de Él? No, no pueden. Por esa razón, alguien tiene que ir y hablarles del Señor Jesús si es que han de ser salvos.

¿Quién puede hablarles acerca del Señor Jesús? Los que han sido salvados. La Biblia dice:

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio (a nosotros) el ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5:18).

LA GRAN COMISIÓN es el mandamiento de nuestro Señor a Sus discípulos de ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura. El dijo:

Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).

¿Se ha cumplido con la Gran Comisión?

No, no se ha cumplido. Millones de personas están todavía en tinieblas espirituales y bajo el poder de Satanás. La mayoría de la gente en el mundo nunca ha visto una Biblia ni ha oído el nombre de Jesucristo. Están sin Cristo y sin esperanza. Las palabras de una mujer pagana deben conmover nuestros corazones. Ella dijo: "Diga a su pueblo cómo estamos muriendo de rápido. Pregúnteles si no pueden enviarnos el evangelio un poco más rápido".

Un misionero en Egipto estaba contando la historia del amor del Señor Jesús. Al final de su mensaje, una mujer le dijo:

Todo el mundo tiene que oír el Evangelio

El Señor Jesús nos ha ordenado que prediquemos el evangelio a toda criatura. Debemos obedecerle. Si no hacemos todo lo posible para llevar el evangelio a los perdidos, Dios nos hará responsables. Él dijo:

Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano (Ezequiel 3:18).

NO PODEMOS CERRAR LOS OJOS a la condición terrible de los perdidos, y escapar de nuestra responsabilidad. Todo cristiano tendrá que comparecer, algún día, ante el Tribunal de Cristo para dar cuenta de su vida después de ser salvo. Si no hacemos todo lo que podemos para enviar el evangelio a cada persona, tendremos que responder al Señor por nuestra negligencia. No podremos decir que no supimos de su necesidad. El Señor Jesús dijo:

¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega (Juan 4:35).

¿Qué puedo hacer yo?

Si los que no han oído el evangelio han de tener la oportunidad de ser salvos, cada creyente tiene que hacer todo lo que puede, bajo la dirección de Dios, para llevarles el evangelio. Dios tiene un trabajo para cada cristiano a fin de cumplir con la Gran Comisión. Tú te preguntas: ¿Qué puedo yo hacer? He aquí cinco cosas:

TESTIFICAR

El plan de Dios para evangelizar al mundo es que cada persona que conozca la historia del Señor Jesús la diga a otra persona, no sólo con sus labios sino también con su vida. El Señor Jesucristo dijo: "Me seréis testigos…" Principia ahora, siendo un testigo del Señor Jesús, allí donde estás.

ORAR

Podemos orar para que Dios envíe misioneros a los que no son salvos, y podemos orar diariamente por los misioneros, pastores, y obreros que Dios ya ha enviado. Él Señor Jesús dijo:

La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies (Lucas 10:2).

OFRENDAR

Cuando damos dinero para la obra del Señor, estamos tomando parte en esta obra, y compartiremos las recompensas algún día. Debemos ofrendar sabiamente, asegurándonos de que nuestro dinero es para los que predican fielmente el evangelio. Debemos ofrendar gozosamente, sabiendo que nuestro dinero se está usando para que otros tengan vida eterna.

PREPARARTE

Si queremos ser siervos útiles del Señor, debemos prepararnos. Podemos hacer esto dedicando tiempo cada día para estudiar la Biblia, para orar y para memorizar versículos de la Biblia. ¡Prepara tus instrumentos y Dios te usará!

IR

No necesitamos preguntar al Señor si Él quiere que le sirvamos. Dios llama a todos Sus hijos para que le sirvan. La única pregunta que tú y yo debemos hacer es, "Señor, ¿qué quieres que yo haga?"

¿Qué harás tú?

Ya sabes algo de la condición terrible de aquellos que no conocen a Dios. Has aprendido de tu responsabilidad como cristiano, de llevar el evangelio a ellos. Ahora, la pregunta es: ¿Qué harás tú?

¿SERÁS UN TESTIGO FIEL por el Señor Jesús donde estés? ¿Orarás para que Dios envíe obreros a la mies? ¿Ofrendarás para que otros puedan oír el evangelio? ¿Te prepararás para servir al Señor más eficazmente? ¿Irás tú a donde Dios te llame?

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