bajo un acuerdo especial con
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"La Nueva Vida en Cristo (Curso 3)"
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"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es…" 2 Corintios 5:17
Lección 20: Aprobado por Dios
En nuestra última lección aprendimos de la gran comisión: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura". Dios ha hecho algo en Cristo de lo cual depende la salvación del mundo, y todo el mundo necesita oír acerca de ello.
¿QUIÉN HA DE LLEVAR EL EVANGELIO al mundo? Los que son siervos de Dios. Los que somos salvos hemos sido llamados para servir a Dios y llevar el evangelio a los perdidos.
NO DEBEMOS OLVIDAR que nosotros mismos estuvimos perdidos una vez, muertos en delitos y pecados y separados de la vida de Dios. Algún siervo de Dios nos habló del Señor Jesucristo; creímos en Él y nos convertimos en hijos de Dios por la fe en Jesucristo. Ahora debemos convertirnos en siervos de Dios para que otros puedan oír el evangelio y ser salvos.
¡PECADOR—> HIJO—> SIERVO! Estos son los eslabones vitales en el plan de Dios para enviar el evangelio al mundo. Los pecadores oyen el evangelio, creen en el Señor Jesucristo, y se convierten en hijos de Dios. Con el tiempo, llegan a ser siervos de Dios para llevar el evangelio a otros.
En esta lección aprenderemos cómo podemos empezar a prepararnos para ser siervos eficaces de Dios. Los eslabones vitales en el plan de Dios para enviar el evangelio al mundo.
Preparandose para servir a Dios
Para llegar a ser médico, maestro, o abogado, uno tiene que pasar muchas, muchas horas preparándose. Para llegar a ser un siervo eficaz de Dios también se requiere una preparación diligente. La Biblia dice:
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad (2 Timoteo 2:15).
PARA SER UN SIERVO EFICAZ DE DIOS son absolutamente esenciales dos cosas:
Un conocimiento fundamental de la Biblia.
Comunión diaria con el Señor Jesucristo.
¿Cómo logramos un conocimiento fundamental de la Biblia? Leyéndola, estudiándola y memorizando porciones de ella.
La Biblia es el libro más importante en todo el mundo; sin embargo, es triste que muchos cristianos no se toman el tiempo para leerla y familiarizarse con ella.
MIENTRAS LEEMOS LA BIBLIA debemos depender del Espíritu Santo para que nos revele Sus verdades. La Biblia es diferente a otros libros porque no puede ser comprendida sin la iluminación del Espíritu Santo. Esto explica por qué una persona inconversa no puede comprender la Biblia. No la comprende porque no tiene el Espíritu Santo. La Biblia dice:
Pero el hombre natural (el inconverso) no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente (1 Corintios 2:14).
Los que han nacido de nuevo tienen el Espíritu Santo morando en ellos; por eso pueden entender las cosas de Dios. La Biblia dice:
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido (1 Corintios 2:12).
Cada vez que abrimos la Palabra de Dios para leerla, detengámonos por un momento para orar y pedir al Espíritu Santo que nos revele sus verdades. La oración del rey David es una buena oración para nosotros:
Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley (Salmo 119:18).
Crecemos al obedecer la Palabra de Dios
Los cristianos deben crecer en la gracia y en el conocimiento del Señor Jesucristo. Para crecer necesitamos comida. ¿Cuál es nuestro alimento espiritual? Nuestro alimento espiritual es la Palabra de Dios. La Biblia dice:
Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis (1 Pedro 2:2).
Cuando comemos, tomamos alimentos en nuestro cuerpo. Se vuelve parte de nosotros. De igual manera debemos tomar la Palabra de Dios en nuestra vida: Debe convertirse en parte de nosotros.
¿CÓMO TOMAMOS LA PALABRA DE DIOS en nuestra vida? Obedeciéndola. La Biblia dice:
Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores (Santiago 1:22).
Al leer la Palabra de Dios, creamos sus verdades, reclamemos sus promesas y obedezcamos sus mandamientos.
¡Empieza hoy!
EMPIEZA A LEER LA PALABRA DE DIOS HOY. Empieza con el Evangelio Según San Juan. Pide al Espíritu Santo que te ayude a comprenderlo. Subraya los versículos que te parezca que hablan especialmente a tu corazón. Esto hará que tu Biblia te sea aún más valiosa. Para esto un lápiz de color o resaltador es mejor. (No uses bolígrafos o plumas fuentes; la tinta de éstos pasará al otro lado del papel en la mayoría de las Biblias.)
En el Evangelio de Juan encontrarás que el Señor Jesús es la Palabra de Dios; El es el Cordero de Dios; es el Pan viviente que vino del Cielo; El es el Camino, la Verdad y la Vida; es el Buen Pastor; es la Resurrección y la Vida; es la Vid verdadera; es Quien murió por nuestros pecados; y Él es el Cristo viviente y resucitado.
DESPUÉS DE LEER el Evangelio Según San Juan, lee el libro de los Hechos. Este libro cuenta de los primeros días de la Iglesia. Luego empieza con el Evangelio Según San Mateo y lee el Nuevo Testamento entero; y finalmente, lee el Antiguo Testamento. Esto tomará tiempo, pero será tiempo bien utilizado.
AL LEER LA BIBLIA, no estés indebidamente ansioso de cosas que no comprendas completamente. Alguien ha dicho que leer la Biblia es como comer pescado. Cuando comes pescado, de vez en cuando encuentras espinas. ¿Qué haces cuando encuentras una espina? Sencillamente la dejas a un lado y sigues comiendo el pescado. No tienes que desechar el pescado sólo porque encuentras una espina. Asimismo, cuando encuentres algo en la Biblia que no entiendas, sólo di: "Allí hay una espina; algo que yo no entiendo. Lo haré a un lado por ahora y seguiré leyendo la Palabra de Dios".
NO PERMITAS QUE TU FE sea sacudida por los que afirman encontrar errores y contradiciones en la Biblia. Por cientos de años los hombres incrédulos han tratado de desacreditar la Biblia, sin embargo hoy todavía perdura como la infalible Palabra de Dios.
Memorizar las Escrituras
LA FORMA MÁS RÁPIDA Y EFICAZ de ganar un conocimiento fundamental de la Biblia es memorizar porciones de ella. Muchas veces hemos deseado testificar a otros, pero no hemos sabido qué decir. Si tú has memorizado las Escrituras, puedes decir: "Así dice Dios", y lo puedes decir con confianza porque es la Palabra de Dios. Recuerda siempre que no son nuestras palabras, sino la Palabra de Dios que el Espíritu Santo usa para la salvación de otros. La Biblia dice:
Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 Pedro 1:23).
CADA VEZ que memorizas una porción de la Palabra de Dios, te estás equipando con un instrumento más para servir a Dios.
¿Cómo se memorizan las Escrituras?
EL SECRETO DE MEMORIZAR es repetición. Si repites algo muchas veces, lo aprenderás de memoria. La forma mejor y más sencilla para memorizar versículos es con el uso de tarjetas. Compra o haz unas tarjetas de 7 por 12 cm. En un lado de la tarjeta escribe el versículo que quieres aprender; en el otro lado escribe la cita. Asegúrate de copiar el versículo correctamente.
LLEVA CONTIGO LAS TARJETAS y repásalas durante el día tantas veces como puedas. Mira la cita en cada tarjeta y ve si puedes repetir el versículo. Después verifica dando vuelta a la tarjeta y leyéndolo correctamente. Haz esto muchas veces. No estés satisfecho hasta que puedas repetir los versículos perfectamente. Muy pronto te darás cuenta de que has memorizado estos versículos y luego puedes agregar más versículos.
¡Tienes que repasar!
¿Cómo puedes recordar lo que has aprendido? Para recordar lo que has aprendido, debes repasarlo a menudo. Puedes agregar nuevos versículos cada semana, pero ten cuidado de repasar los que ya has aprendido. ¡Repasa! ¡Repasa! ¡REPASA!
PUEDES MEMORIZAR LAS ESCRITURAS. No te des excusas diciendo que tienes mala memoria hasta que honradamente hayas probado el plan arriba mencionado. Tú puedes memorizar. Los versículos que memorizas son instrumentos que usarás como siervo de Dios, así que empieza ahora a memorizar las Escrituras. He aquí, algunos versículos para empezar.
Comunión diaria con el Señor
Si deseas llegar a ser un siervo eficaz de Dios, no solamente debes tener un conocimiento fundamental de la Biblia, sino que también debes mantener diariamente tu comunión con el Señor Jesucristo.
EL SECRETO DE UNA VIDA CRISTIANA FIRME es tu Tiempo Devocional diario. ¿Qué es un Tiempo Devocional? Es el tiempo que tú pasas diariamente a solas con el Señor, en el estudio de Su Palabra y en oración.
Recibiremos muchas bendiciones maravillosas si establecemos un Tiempo Devocional y lo mantenemos fielmente:
Seremos más semejantes a Cristo.
Contemplando la gloria del Señor Jesús es como nos hacemos semejantes a Él. Por supuesto, no podemos contemplar personalmente al Señor Jesús hoy en día, pero podemos contemplar Su gloria leyendo acerca de Él en la Biblia. La Biblia es como un espejo: al leerla vemos a Jesús. La Biblia dice:
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados… en la misma imagen (2 Corintios 3:18).
Dios nos revela su voluntad.
Por lo general, es cuando estamos a solas con el Señor que Él nos habla por medio de Su Palabra y nos revela Su voluntad.
Llegamos a conocer mejor al Señor.
Esta es la bendición más grande de todas. No hay otra forma de llegar a conocer a Dios. Debemos pasar tiempo a solas con Dios para conocerle y llegar a estar conscientes de Su presencia y ser llenos de Su poder. Dios dice:
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios… (Salmo 46:10).
¿Cómo estableces un Tiempo Devocional?
Para establecer un Tiempo Devocional, son necesarias tres cosas: Un lugar definido, un tiempo definido y un plan definido.
1. BUSCA UN LUGAR donde puedas estar a solas con el Señor. Necesitas un lugar con buena luz y una mesa donde puedas poner tus libros y escribir notas.
2. DECÍDETE POR UN TIEMPO DEFINIDO. Para la mayoría de la gente, el mejor tiempo es a primera hora en la mañana. Los grandes músicos siempre afinan sus instrumentos antes del concierto, no después. Es mucho mejor para nosotros ponernos en comunión con el Señor a primera hora por la mañana y dejar que Él afine nuestro corazón, que llegar a Él al final del día con una larga lista de fracasos que confesar.
No se puede hacer demasiado énfasis en la importancia de pasar la primera hora del día con el Señor. Hablando del Señor Jesús, la Biblia dice:
"Y levantándose muy de mañana, aún muy de noche, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba".
Si el impecable Señor Jesús halló necesario pasar tiempo a solas con Su Padre cada día, ¡cuánto más nosotros debiéramos hacerlo!
¿TOMAS EN SERIO lo de prepararte para servir a Dios? Si así es, debes levantarte temprano por la mañana para estar en comunión con Él. Consigue un buen reloj despertador y úsalo. Decide a qué hora quieres levantarte, y luego ¡levántate! Esta es una forma muy práctica con la cual puedes demostrar al Señor cuánto le amas.
3. TEN UN PLAN DEFINIDO. Empieza tu Tiempo Devocional con una oración breve al Señor pidiéndole que hable a tu corazón por medio de Su Palabra. Luego abre la Biblia y empieza a leer. No lo hagas con prisa; toma tiempo para meditar en lo que estás leyendo. Habla con Dios acerca de lo que estás leyendo. Con frecuencia cierto versículo tendrá significado especial para ti. Escríbelo en una tarjeta y memorízalo.
"¿Cuánto tiempo debo emplear?"
Eso depende de ti. Una media hora es el mínimo; una hora es mucho mejor. Hay 24 horas en cada día y cada cristiano consciente debiera dedicar una de esas horas a Dios.
DEDICA LA PRIMERA PARTE de tu tiempo a leer la Biblia; luego dirígete al Señor en oración. Confiésale tus pecados. Alábale por todo lo que Él es para ti. Dale gracias por Sus bendiciones. Ora por los que Él indica en tu mente. Pide Su dirección en el día. Dile que le amas.
¡Persevera!
Una vez que hayas establecido el lugar, el tiempo y el plan, ¡persevera en Él! Si permites que cualquier cosa que venga, desbarate tu Tiempo Devocional, muy pronto no tendrás Tiempo Devocional. No te excuses a ti mismo diciendo: "No tengo tiempo". Es verdad que no tenemos tiempo para hacer todo lo que quisiéramos, pero tenemos que escoger las cosas que son más importantes. Debemos poner primero lo más importante. Jesús dijo:
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia… (Mateo 6:33).
ADVERTENCIA: Mantente alerta a toda clase de oposición a que tú establezcas un Tiempo Devocional. Satanás sabe que un período diario devocional trae poder a la vida de un hijo de Dios, y hará todo lo posible para evitar que tú establezcas esta costumbre en tu vida.
¿Estás dispuesto a sacrificarte?
Hay un precio que pagar para convertirse en un siervo eficaz de Dios. Tienes que dedicar tiempo para aprender la Palabra de Dios. Tienes que dedicar tiempo para memorizar versículos bíblicos. Tienes que dedicar tiempo para estar a solas con el Señor.
ES DEMÁS HABLAR de cuánto amas al Señor y de cuánto deseas servirle si tú no tienes tiempo para Él y para Su Palabra. A Dios no le impresionan nuestras palabras; Él mira nuestras acciones. La Biblia dice:
Porque el Dios de todo saber es Jehová, y a él toca el pesar las acciones (1 Samuel 2:3).
¿QUIERES CONOCER la clave para el éxito de un cristiano? Es sencillamente esta: Poner a Dios primero. Dios dice:
…yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco (1 Samuel 2:30).
¿QUIERES QUE TU VIDA SEA DE VALOR para Dios? Entonces empieza a leer la Palabra de Dios diariamente. Empieza a memorizar las Escrituras. Establece tu Tiempo Devocional y manténlo fielmente. EMPIEZA AHORA.