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Esta lección está escrita por El Club del Buzón


presenta "Mejores Amigos serie 2"

 

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El Club del Buzón

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Mejores Amigos serie 2

Serie 2 Lección 5: Soy aceptado en Cristo

Soy aceptado en Cristo


Querido(a) amigo(a):

A todos nos gusta ser aceptados por nuestros amigos y compañeros de clases. ¡Es un sentimiento tan bueno el saber que alguien te ama y te acepta tal como eres! Pero existe algo más importante que ser amado y aceptado por otras personas. ¿Qué es? ¡Es ser amado y aceptado por Dios!

¡Dios hizo algo maravilloso por mi cuando acepté al Señor Jesús como mi Salvador! El creó una manera para que yo fuese perfectamente aceptado por El en todo tiempo.

aceptado

¿Cómo Dios me hizo acepto ante Él? Él me puso en Cristo. En el momento en que acepté al Señor Jesús como mi Salvador, Dios me puso en Cristo.

¿Qué significa estar en Cristo? Significa que tengo una nueva “posición” a los ojos de Dios. Mi posición es la manera en que Dios me ve. ¿Cómo Dios me ve ahora? Él me ve en Cristo. Cuando Él me mira Él está pensando en Su amado Hijo. Él siempre me ve en Cristo.

¿Cómo logré estar en Cristo? ¡Dios me puso ahí! La Biblia dice, “Mas por él [Dios] estáis vosotros en Cristo Jesús…” (1 Corintios 1:30).

en Cristo

Aquí hay algunos versículos que nos hablan de nuestra nueva posición en Cristo.

en Cristo

“…Dios…nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Efesios 1:3

en Cristo

“según nos escogió en él antes de la fundación del mundo…” Efesios 1:4

en Cristo

“…a los santifi cados [apartados para Dios] en Cristo Jesús…” 1 Corintios 1:2

en Cristo

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Efesios 2:10

en Cristo

“…estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo…” 1 Juan 5:20

en Cristo

“ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…” Romanos 8:1

en Cristo

Dios no solo me puso en Cristo, pero me hizo una nueva persona en Cristo. La Biblia dice, “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es [una nueva persona]; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

Aún tengo el mismo cuerpo, pero Dios me ha hecho una nueva persona por dentro.

en Cristo Soy aceptado

Dios quiere que cada creyente sepa que está en Cristo. Dios quiere que sepamos que Él nos ama y nos acepta en Cristo de la misma manera que Él ama y acepta a Su propio Hijo amado. La Biblia dice, “… nos hizo aceptos en el Amado [Su Hijo amado]” (Efesios 1:6).

La siguiente historia nos puede ayudar a entender lo que significa ser “aceptos en el Amado”.

Había una vez una joven hermosa que vivía en un país lejano. Su familia era muy pobre, y ella no tenía un futuro muy prometedor. Un día ella decidió dejar su hogar e ir a otro país para ser una sirvienta en la casa de un hombre rico.

Este hombre era muy rico, y su casa parecía un palacio para ella. Él era bueno con ella, y ella trabajaba duro para complacerlo.

Este hombre rico tenía un hijo a quien él amaba mucho. Con el tiempo, el hijo se enamoró de la hermosa joven sirvienta. Ella también lo amaba, y un día él le pidió que fuese su esposa.

El padre estaba encantado de que su hijo había encontrado a la joven con quien quería casarse. Un día el hijo y la joven sirvienta se unieron en matrimonio.

el hijo y la joven sirvienta se unieron en matrimonio

De repente todo cambió para esta joven. Ya no era una sirvienta, pero era aceptada en la familia del padre rico. ¿Por qué era aceptada? Ella fue aceptada porque se había convertido en la esposa del hijo amado. Ella era “acepta en el hijo amado”.

Esta es una ilustración de lo que Dios ha hecho por mí. En el momento en que acepté al Señor Jesús como mi Salvador, Dios me puso en Cristo. Ahora soy amado y perfectamente aceptado por Dios en todo tiempo. Dios me ha hecho acepto en Su Hijo amado.

¡Dios es por mí!

Porque yo estoy en Cristo, ¡Dios es por mí! Esto significa que Dios siempre quiere lo que es mejor para mí. Cuando algo malo nos sucede, nuestro enemigo Satanás nos pudiese decir, “¡Dios no te ama! Si realmente te amara, no hubiese permitido que eso sucediera”. ¡Pero Satanás es un mentiroso!

La verdad es que Dios obra todas las cosas para bien de aquellos que Le aman y aman Su Hijo. La Biblia dice, “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…” (Romanos 8:28).

Pudieses preguntar, “Pero ¿qué pasa si algunas personas están en contra mía?” Si Dios es por nosotros, no importa quien esté contra nosotros. La Biblia dice, “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31). ¡Dios es por mí! Eso es lo que cuenta. Dilo ahora mismo, “¡Dios es por mí!”

aceptado en Cristo

“¿Qué pasa si algunas personas no me aceptan?” El ser amado y aceptado por Dios es mucho más importante que ser amado y aceptado por otras personas. Dios es por mí y me acepta en todo tiempo porque yo estoy en Cristo. Él siempre está pensando en mí.

“¿Qué pasa si algunas personas no me aman?” Recuerda, el Señor Jesús nos ama, y el Padre nos ama. Todo creyente puede decir, “¡Dios ME ama! El me ama de una manera especial por mi amor por Jesús que Él ha puesto en mi corazón”. El Señor Jesús dijo, “pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado…” (Juan 16:27).

¿Qué pasa si peco?

Una vez estoy en Cristo, siempre estoy en Cristo, pero el pecado rompe mi amistad con Dios.

¿Qué debo hacer? Debo confesar ese pecado a Dios de inmediato y pedirle que me perdone. Cuando hago esto, mi amistad con Dios es restaurada.

3 Grandes Verdades

1

Dios me puso ¡Dios hizo la cosa más maravillosa por mi cuando fui salvo! ¡Me puso en Cristo! Esto significa que, cuando Dios me mira, Él ve a Su Hijo amado.

2

¡Dios me acepta en Cristo! Porque estoy en Cristo, Dios me ama y me acepta tal y como ama y acepta a Su propio Hijo amado.

3

¡Dios es por mí! Porque estoy en Cristo y amo al Hijo de Dios, Dios siempre es por mí. Como Dios es por mí, no importa quien esté en contra de mí.

Efesios 1:6

Oración


Esteban y María

La historia hasta ahora:

María y Susana conocieron a sus compañeras de campamentos, Sara y Anny. María consuela a Sara luego de que Anny la insulta.

Capítulo 5:
El dinero perdido

La consejera de Sara, Srta. Laura, fue muy comprensiva. Ella tenía una risa gozosa que alegró a Sara.

“Sara”, ella dijo, “ven conmigo y te voy a mostrar algo. Cada año los muchachos dejan ropas en el campamento. Las guardamos en un armario para cualquiera que pudiese necesitar ropas extras en el campamento. El armario está lleno, y estoy segura de que podremos encontrar unas cuantas cosas que serán perfectas para ti. Al final de la semana podrás llevártelas a casa contigo”.

El rostro de Sara se iluminó mientras ella y la Srta. Laura iban a la oficina del campamento.

María decidió que ella buscaría a su hermano. Se preguntaba que le había pasado durante su primer día de campamento. No le tomó mucho tiempo encontrar a Esteban y a Alejandro sentados bajo un gran árbol. Se veían muy serios.

sentados bajo un gran árbol

“¿Qué pasó?”, preguntó curiosamente María.

Esteban miró a María y dijo, “Algo muy malo ha sucedido. Estábamos hablando de ello. Siéntate y te contaremos”.

“Esteban, ¿estás teniendo problemas con tu compañero, Enrique?”, preguntó María.

“¡Shh! No tan alto”, dijo Esteban en voz baja.

Luego continuó, “Creo que Enrique está bien, pero no estoy seguro. Fui a su cabaña a ayudarlo a desempacar. Él estaba enojado porque su ‘viejo’—así es como le dice a su papá—no le dio dinero para gastar.

“Decidí ir a buscar un poco de mi dinero para darle, pero cuando regresé ya él se había marchado. El único muchacho ahí era un joven llamado Manuel en el otro camarote, y él estaba llorando”.

“¡Oh, no! ¿Extraña su casa?”, preguntó María con simpatía en su voz.

“No, peor que eso”, Esteban movió la cabeza de un lado a otro y continuó. “Alguien había tomado dinero de su maleta”.

“Creen que Enrique tomó el dinero de Manuel?”, preguntó María.

“Ahora mismo eso es lo que parece”, respondió Alejandro. “Esteban y yo estamos tratando de averiguar qué hacemos. Estábamos hablando del versículo de oro que el Sr. Martínez nos explicó anteriormente, y no creemos que sería justo acusar a alguien de robar hasta que estemos seguros”.

“Supongo que cualquiera pudo haber tomado el dinero de Manuel y nadie sabría quien fue”, dijo María preocupada.

“Estoy de acuerdo, María”, respondió Esteban. “Nunca conoceré a Enrique si dudo acerca de él desde el principio.

“El problema es que no creo que él es cristiano por la manera en la que estaba hablando. Estaba diciendo malas palabras y quejándose por tener que aprenderse el versículo bíblico.

“También me preguntaba si Jesús quisiera que yo fuera y le dijera algo a nuestro consejero, el Sr. Daniel. Temo que Enrique se va a enterar y se va a enojar conmigo. Entonces no podré hablar con él acerca de Jesús”.

“¡Wow! Para ser el primer día de campamento tienes un gran lío, Esteban”, exclamó María. Continuó hablando, “Debes estar muy seguro y tener pruebas antes de acusar a Enrique de tomar el dinero”.

“Quizás tengamos algunas pruebas”, añadió Alejandro. “Cuando Esteban estaba buscando el dinero para darle a Manuel, vi a Enrique en la cafetería comprando helado con Roberto Lama. Conozco a Roberto, y él no es un buen muchacho para tenerlo de amigo. Él ha visitado a una familia en mi calle y ha causado muchos problemas.

“Tenemos que investigar como Enrique conoció a Roberto y dónde Enrique consiguió el dinero para comprar helado. Cuando tengamos las respuestas a esas preguntas, tendremos las pruebas y podremos decirle al Sr. Daniel”.

En ese momento sonó el timbre de la cena. Los tres campistas brincaron al mismo tiempo. “Debemos darnos prisa y ponernos en fila”, dijo Esteban. “Trataremos de investigar más esta noche. Te veremos mañana en la mañana y te daremos noticias”.

Los tres campistas

La próxima mañana luego del desayuno, Esteban y Alejandro encontraron a María y a Susana en la playa.

María le había contado a Susana acerca del dinero perdido y ambas chicas estaban ansiosas por escuchar más acerca de eso.

“¿Qué averiguaron anoche?”, preguntó María.

“No mucho”, dijo Esteban moviendo la cabeza. “Cuando le pregunté a Enrique que dónde había conseguido el dinero para el helado, él cambió el tema. Pero las cosas se tornan más misteriosas por minuto”.

“¿Qué quieres decir?”, preguntaron las chicas al mismo tiempo.

Alejandro empezó a compartir con las chicas, “Mi compañero, Rafael, tiene su camarote al lado del mío. Esta mañana cuando se suponía que debíamos estar leyendo nuestras biblias, Rafael estaba leyendo una revista de historietas obscenas. Cuando me vio, la puso debajo de su almohada.

“Cuando le pregunté acerca de eso camino al desayuno, me dijo que se la había comprado a Enrique, y que muchos de los otros muchachos habían comprado algunas también. No se supone que tengamos esas revistas de historietas en el campamento. No sabemos dónde Enrique las consiguió o por qué las estaba vendiendo, pero eso explicaría como consiguió el dinero para gastar”.

“¿Le contaste al consejero acerca del dinero perdido de Manuel?”, preguntó Susana.

“No, no lo hice, pero Manuel lo hizo”, contestó Esteban. “El Sr. Daniel le dijo a todos en nuestra cabaña que el dinero perdido sería una marca contra toda la cabaña a menos que alguien admitiera el haberlo robado. Nadie ha dicho nada aún”.


¿Dónde Enrique consiguió las revistas de historietas para vender?
¿Qué hará Esteban con Enrique?

Entérate de lo que pasa en tu próxima lección.


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