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Esta lección está escrita por El Club del Buzón


presenta "Mejores Amigos serie 1"

 

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Mejores Amigos

Serie 1 Lección 2: Dios creó todas las cosas

Dios creó todas las cosas


Querido(a) amigo(a):

¿Alguna vez has mirado las estrellas de noche y te has preguntado cómo llegaron ahí? Te diré como llegaron ahí—¡Dios las creó! El primer libro de la Biblia nos dice que Dios creó todas las cosas.

La Creación

La palabra “Crear” significa hacer algo de la nada. Sólo Dios puede hacer esto. La Biblia dice, “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).

Dios hizo el sol e hizo la luna y el cielo. Hizo las estrellas que brillan de noche. ¡Algunas de estas estrellas son tan grandes que pudiésemos poner la tierra y el sol dentro de ellas y todavía quedaría espacio!

Hizo la tierra e hizo las montañas

Dios hizo este planeta en el que vivimos. Hizo la tierra e hizo las montañas. Hizo los ríos y lagos y los mares. Hizo las nubes que traen la lluvia. Hizo la hierba y los árboles y las hermosas flores.

Dios hizo los peces que nadan en los ríos, lagos y mares. El hizo muchos diferentes tipos de peces. Hizo los pequeños peces dorados e hizo el pez gato. También hizo la gran ballena y el delfín.

Dios hizo las aves que vuelan en el cielo. Dios hizo muchas especies distintas de aves. Hizo el águila con sus garras poderosas e hizo el pequeño y lindo cardenal. Hizo al ruidoso azulejo e hizo al canario que canta tan lindo. Hizo al gracioso pelícano y a la suave paloma.

Los caballos tendrían bebés caballos

Dios hizo los animales. El hizo muchas especies distintas de animales que viven en la tierra. El hizo los leones que rugen en la jungla e hizo a los pequeños conejos. Hizo a los poderosos elefantes y a las ardillas juguetonas. El hizo los caballos y las vacas y las ovejas y los cerdos y las cabras. Dios hizo todos los animales.

según su género

Dios Le dijo a las aves, los peces, y animales que se fructifi caran y multiplicaran “según su género”. Esto signifi caba que cada criatura viviente tendría bebés como si mismos. Los caballos tendrían bebés caballos. Las aves, tendrían aves bebés. Y los peces tendrían peces bebés. ¡Esto es así para las personas por igual! Los humanos tienen bebés como sí mismos.

Cada criatura viviente tiene bebés como si mismo. ¡Es muy importante recordar esto!

¿De donde vinieron la personas?

¿Somos diferentes de los animales, verdad que si? De donde vinimos? ¡Dios nos hizo! Las personas no evolucionaron (vinieron) de los animales. La Biblia dice: “Jehová es Dios, Él nos hizo” (Salmos 100:3).

Toda la raza humana viene de Adán y Eva

Dios creó al primer hombre del polvo de la tierra. Su nombre fue Adán. Dios hizo una esposa bella para Adán. Su nombre fue Eva. Ellos fueron creados “a la imagen de Dios”. La Biblia dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen” (Génesis 1:27). Toda la raza humana viene de Adán y Eva, el primer hombre y la primera mujer.

Porque fuimos creados en la imagen de Dios, somos criaturas muy especiales. También somos especiales porque podemos conocer a Dios. Los animales no pueden conocer a Dios, pero tu y yo si podemos. Podemos aprender de El en Su palabra, la Biblia. Podemos amarlo. Podemos hablar con Él en oración.

Lo más maravilloso de nosotros es esto—fuimos creados de una manera tal que Dios puede morar en nosotros. Sí, es verdad. Dios puede venir y vivir en nuestros corazones.

un jardín especial

Cuando Dios creó a Adán y a Eva, El les hizo un lugar para vivir. Fue un hermoso jardín que Dios mismo había plantado. Estaba lleno de frutas deliciosas de todo tipo. Un río de agua pura fluía a través del jardín. Adán y Eva tenían todo lo que necesitaban para que fuesen felices.

Dios mismo bajaba cada día para visitar a Adán y Eva

Lo mejor de todo era esto—Dios mismo bajaba cada día para visitar a Adán y Eva. Cada día Dios venía para caminar y hablar con ellos. ¡Cuan felices estaban!

Cuando Dios terminó de crear todo, vio todo lo que había hecho y vio que era “muy bueno”. Dios estaba complacido con su bella creación.

¿Por qué crees que Dios hizo estas cosas? ¡El las hizo para Su gloria! La Biblia dice: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”. (Apocalipsis 4:11)

¡Dios te ama!

Ahora quiero hacerte una pregunta. De todas las cosas grandiosas y maravillosas que Dios creó, ¿qué crees que El ama más? ¡El ama más a las personas!

Dios es tan grande que Él nos conoce a cada uno de nosotros. Él te conoce y te ama. Tu vales más para Dios que todo el mundo. ¿No es eso maravilloso?

Dios mostró Su amor por ti al entregar a Su Hijo a morir en la cruz por tus pecados. Dios te dio a Jesús para que fuese tu Salvador y tu mejor Amigo especial.


¡Dios creó todas las cosas! ¡Dios me conoce y me ama!

Génesis 1:1


Esteban y María

Resumen del capítulo anterior:

María quería ser una de las cantantes que iban al hogar de ancianos donde su abuela vivía. Cuando su nombre no se encontraba en la lista de su maestra de quienes iban, ella rompió la lista. Luego María le mintió a su maestra.

Capítulo 2:
El Nuevo cachorro

Durante todo el lunes, María observó a la Srta. Pérez y se preguntaba si aún no echaba de menos la lista. Justo antes de finalizar el día la Srta. Pérez dijo: “¿Alguien ha visto una hoja rosada? Era una lista de los que iban a cantar en el hogar de ancianos el viernes”.

Mientras la Srta. Pérez hacía una pausa, María sintió como si todos la estuvieran mirando. Mantuvo sus ojos en su libro y apenas respiraba.

Finalmente la Srta. Pérez dijo: “Bueno, hice otra lista y quiero verificarla. Por favor póngase de pies cuando llame su nombre”. Uno a uno, cada miembro del grupo se puso de pies a medida que su nombre era llamado.

¿Por qué yo no?

“Hasta mi amiga Susana Báez va. ¿Por qué yo no?”, María pensaba enojada mientras una pequeña niña pálida y delgada se ponía de pies. “Yo creo que puedo cantar tan bien como ella. También me pondría mejores ropas y me vería mejor”.

Camino a casa María arrastraba los pies. Su mente estaba ocupada pensando en una manera en la que podría ir con el grupo el viernes para poder ver a su abuela.

Cuando llegó a su casa, Esteban asomó su cabeza por la puerta del garaje. “María, ven aquí”, llamó. “Mira lo que tengo”. Señaló hacia un pequeño cachorro acurrucado sobre una vieja alfombra en la esquina del garaje.

cachorro marrón y blanco

“¡Oh, es tan lindo!”, exclamó María, tirándose al lado del cachorro marrón y blanco.

“¡Cuidado!”, le dijo Esteban. “Su pie está lastimado. No lo levantes”.

“¿Dónde lo conseguiste?”, preguntó María mientras le acariciaba la cabeza al cachorro.

“Estaba bajando por la Calle Principal”, las palabras salían con emoción de dentro de Esteban. “Un vehículo me pasó por el lado. Luego aminoró la velocidad. Pensé que querían preguntarme algo. Pero simplemente abrieron la ventana del vehículo y lanzaron al cachorro. Luego aceleraron y se fueron. El cachorrito gritó y rodó así que corrí y lo levanté. Voy a quedarme con él. Sé que lo cuidaremos muy bien. He decidido llamarlo Capitán”.

“Sí, claro”, dijo María. “Yo creo que Capitán es un excelente nombre. ¿Esteban, crees que se siente mal porque no lo querían?”

Esteban asintió con la cabeza. “Supongo que si. Pero nosotros le mostraremos que lo queremos. Pronto se olvidará de ellos”.

María puso un dedo sobre la pata herida. “Pobre pequeño Capitán”, dijo. “Estoy tan agradecida de que no te mataran, pero me imagino que los perros no pueden tener sus nombres inscritos en el libro de Jesús e ir al Cielo”.

Esteban se recostó sobre sus talones y miró a María. “¿De QUE estas hablando?”, preguntó.

María le explicó acerca de la lección que había escuchado el domingo. “Pero no creo que Jesús vaya a escribir mi nombre allí”, dijo triste.

“¿Por qué no?”, Esteban quería saber.

“Oh, porque no...”, respondió María. Rápidamente cambió de tema y dijo: “Estaban, podríamos llevar a Capitán al cruzar el parque donde Don José. El pudiese arreglar el pie de Capitán. El sanó al gato de Miguel, ¿recuerdas?”

Esteban sonrió. “¡Hey! Esa es una buena idea”. María ayudó a Esteban a acurrucarse el cachorro en sus brazos. “Ven Capitán, vamos a arreglarte”, le dijo al perrito que lloriqueaba.

José le dio la bienvenida a María y a Esteban con una sonrisa

José le dio la bienvenida a María y a Esteban con una sonrisa. Ambos se sintieron mejor cuando él les dijo que la piernita del perro sólo tenía una pequeña torcedura. “Este cachorro pronto estará persiguiendo ardillas de nuevo”, dijo Don José riéndose. “Ahora mismo, sin embargo, él quiere que lo conforten. Me alegro de que sean buenos con los animales. Saben que Dios nos los dio para que los cuidemos. Pero algunas personas no los tratan tan bien”.

María se acercó a él. “Don José”, le preguntó en voz baja, “¿los perros son diferentes a las personas? Me refiero por dentro”.

Don José asintió. “Sí, María. Dios hizo los animales y las aves y los peces en el mar. Pero lo animales son diferentes por dentro porque ellos no pueden conocer a Dios. Dios nos hizo con un lugar especial en nuestro corazón. El hizo esto para que pudiésemos conocerlo y amarlo. Dios quiere que hablemos con El—esto se llama oración”.

“Ay, yo creo que Dios está muy ocupado para eso”, dijo Esteban abriendo sus brazos a Capitán.

“¿Que quieres decir, hijo?”, preguntó Don José.

“Bueno—”, titubeó Esteban. “La mayor parte del tiempo nuestros padres están muy ocupados como para ocuparse de nosotros. Sólo pensé que Dios era así también”.

Don José se puso triste por un instante y luego dijo, “No, niños. Dios no está muy ocupado. Él los ama mucho a ambos. Él envió a su Hijo, el Señor Jesús a morir en la cruz por ti para que pudiesen conocerlo de una manera personal. Dios quiere que aceptes a Jesús como tu Salvador. Entonces puedes hablarle y decirle de tus problemas”.

María sintió un nudo en la garganta. Con todo su corazón ella quería pertenecer a Jesús y poner su nombre en Su libro. “Si tan solo no hubiese dicho esa mentira”, pensó para sí.


¿Que hará María? ¿Aceptará María a Jesús como su Salvador? ¿Podrá cantar con su grupo escolar?

¡No te pierdas el próximo emocionante capítulo!


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