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Lección 5: ¡Yo Estoy en Cristo!
Querido amigo (a):
Cuando Dios mira el mundo, ve dos familias. Ve la familia de Adán y ve la familia de Cristo. Adán es la cabeza de todos los que están en su familia y Cristo es la Cabeza de todos los que están en Su familia.
Si yo estoy en la familia de Adán, Dios me ve en Adán. Si yo estoy en la familia de Cristo, Dios me ve en Cristo.
Dios me ve en Adán o en Cristo. El te ve a ti en Adán o en Cristo. Dios ve a cada persona en Adán o en Cristo.
¿Qué significa estar en Adán?
Estar en Adán significa compartir en todo lo que Adán hizo y todo lo que fue. Estar en Adán significa que tú estás separado de Dios en el reino de oscuridad de Satanás bajo el juicio de Dios. ¡Qué terrible!
Dios me puso en Cristo.
Por nacimiento físico todos estamos en la familia pecaminosa de Adán. Todos estamos en Adán. Es por eso que el Señor Jesús dijo que es necesario nacer de nuevo. Debemos nacer de nuevo espiritualmente para poder entrar en la familia de Cristo.
¡Tengo unas noticias maravillosas! Cuando recibí al Señor Jesucristo como mi Salvador, Dios me sacó de la familia de Adán y me puso en la familia de Cristo. Dios me puso en Cristo. Ahora estoy en Cristo. La Biblia dice:
Mas por él [Dios] estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención (1 Corintios 1:30).
¿Cómo llegué a estar en Cristo? ¡Dios me puso allí! Nunca pude haber hecho eso por mí mismo, pero Dios lo hizo por mí. Por Su poder maravilloso Dios me sacó de la familia pecaminosa de Adán y me puso en la familia de Cristo. Dios me puso en Cristo.
La frase más preciosa de toda la Biblia es la pequeña frase en Cristo. Una y otra vez la Biblia dice que los que han confiado en Cristo como su Salvador están en Cristo. ¡Dios desea que los creyentes sepan que están en Cristo!
¿Qué significa estar en Cristo?
Estar en Cristo significa compartir en todo lo que Cristo hizo y todo lo que es hoy. Estar en Cristo significa tener una nueva "posición" ante Dios. Soy amado y aceptado por Dios porque estoy en Cristo.
En el momento en que recibí a Cristo como mi Salvador, Dios me puso en Cristo. Ya no estoy en Adán, ahora estoy en Cristo. Siempre estaré en Cristo. Dios siempre me veráen Cristo. ¡Qué maravilloso!
Aquí hay algunos versículos que nos hablan de nuestra nueva posición en Cristo:
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús (1 Corintios 1:30).
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3).
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él (Efesios 1:4).
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efesios 2:10).
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17).
Y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo (1 Juan 5:20).
En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (Colosenses 1:14).
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús (Romanos 8:1).
Dios desea que cada creyente sepa que está en Cristo. Vuelve a leer estos versículos y toma tu lápiz o bolígrafo y subraya las palabras que hablan de que estamos en Cristo. Subráyalas en tu Biblia. Cuando tú estés leyendo el Nuevo Testamento, descubrirás que estas palabras se utilizan muchas veces. Incluso, se utilizan más de 130 veces en el Nuevo Testamento. ¡Dios desea que yo sepa que estoy en Cristo!
soy perdonado.
Puesto que estoy en Cristo, Dios me ha perdonado todos mis pecados. La Biblia dice:
En quien [en Cristo] tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (Colosenses 1:14).
soy hecho cercano a Dios.
Como pecador, yo estaba separado de Dios y no podía venir a Su presencia. Pero ahora en Cristo Jesús puedo entrar confiadamente a la presencia de Dios porque la sangre de Su Hijo Jesucristo me ha limpiado de todo mi pecado. La Biblia dice:
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo (Efesios 2:13).
tengo redención.
Redimir significa pagar un precio para volver a comprar algo. Por causa de la desobediencia de Adán, fuimos "robados" de Dios por Satanás. Pero Cristo nos ha redimido. Él nos ha "vuelto a comprar". Ahora pertenecemos al que nos redimió. La Biblia dice:
En quien [en Cristo] tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (Efesios 1:7).
Cristo tuvo que pagar un gran precio para redimirnos. ¿Cuál fue el precio que pagó por nosotros? Fue el precio de Su preciosa sangre. Él murió en la cruz para volvernos a comprar. La Biblia dice:
Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo (1 Pedro 1:18-19).
soy acepto.
A todos nos gusta ser aceptados por nuestros amigos y por otros, pero ser acepto por Dios es la aceptación más importante de todas.
Dios no podría aceptarme cuando estaba en la familia pecaminosa de Adán. Pero en el momento en que recibí al Señor Jesús como mi Salvador, fui aceptado por Dios. ¿Por qué soy acepto por Dios? ¡Porque estoy en Cristo! La Biblia dice:
Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado [en Cristo] (Efesios 1:6).
Cristo es el "Amado" Hijo de Dios. Yo soy acepto en Cristo. ¿Qué significa ser "aceptos en Cristo"? Significa que Dios me ama y me acepta de la misma manera en que ama y acepta a Su Propio Hijo Amado. Yo soy "acepto en Su Amado Hijo".
En una ocasión hubo una hermosa niña que vivía en un país lejano. Su familia era muy humilde y su futuro no brillaba mucho. Un día ella decidió dejar su hogar e ir a otro país para ser sirvienta en el hogar de un hombre muy rico.
El hombre era muy rico y su hogar le parecía un palacio. El hombre era amable y la trataba bien y ella trabajaba mucho para agradarlo.
El hombre rico tenía un hijo a quien amaba mucho. Con el paso del tiempo, el hijo se enamoró de la hermosa sirvienta. Ella también lo amaba y un día, él le pidió que fuera su esposa.
El padre se agradó de que su hijo había encontrado a una muchacha con la que se quería casar. Un día el hijo y la sirvienta se casaron.
De repente todo cambió para la jovencita. Ella ya no era la sirvienta, sino había sido aceptada en la familia del padre rico. ¿Por qué fue aceptada? Ella fue acepta porque había llegado a ser la esposa del hijo amado. Ella era "acepta en el hijo amado".
Esto es una figura de lo que Dios ha hecho por mí. Una vez estuve en Adán. Yo no tenía esperanza ni futuro. Pero un día recibí al Señor Jesús como mi Salvador y todo cambió. Ahora soy completamente acepto por Dios.
¿Por qué soy acepto por Dios? Soy acepto porque ahora pertenezco a Cristo. Soy acepto en Cristo. Dios me ha hecho "acepto en el Amado".
tengo una nueva posición.
Mi "posición" es la manera en que Dios me ve en Cristo. Antes de recibir a Cristo como mi Salvador, Dios me veía en Adán. Esa era mi vieja posición.
Ahora tengo una nueva posición ante los ojos de Dios. Dios ahora me ve en Cristo. Él me ama y me acepta de la misma manera en que ama y acepta a Su Propio Hijo amado.
¿Puedo perder mi posición en Cristo? No, nunca puedo perder mi posición en Cristo, pero hay algo que sí puedo perder.
Puedo perder el gozo de mi posición en Cristo. Si desobedezco a Dios y continúo haciendo cosas que le desagradan, perderé mi gozo.
Por Su gran amor, Dios ha hecho algo por mí que yo nunca hubiera podido hacer por mí mismo. Me ha sacado de la familia de Adán y me ha puesto en la familia de Cristo. Ahora estoy en Cristo. Puesto que estoy en Cristo, Dios me ama y me acepta. Soy acepto en Su amado Hijo.
"Padre, yo creo que me has puesto en Cristo y que soy amado y acepto en Él. Ayúdame a amarte y obedecerte para que siempre pueda tener el gozo de esta nueva y maravillosa posición que Tú me has dado".
Un Devocional
El secreto de una vida cristiana fuerte es un tiempo devocional diario. Es un tiempo que tú pasas a solas con Dios estudiando Su Palabra y orando. Aquí hay unas sugerencias que te ayudarán a formar la costumbre de un tiempo devocional diario.
Escoge un tiempo y un lugar
De ser posible, el mejor tiempo para estar con Dios es temprano por la mañana. Es mucho mejor tener un tiempo a solas con Dios en las mañanas para afinar nuestros corazones antes de iniciar las actividades del día que estar con Él en la noche para confesarle muchos pecados.
Cuando los músicos dan un concierto, siempre afinan sus instrumentos antes del concierto, ¡no después!
Escoge un lugar donde puedas estar a solas. Después de escoger un tiempo y un lugar, entonces cumple fielmente.
La Biblia
Utiliza una Biblia que tenga letra fácil de leer. Debes tener un plan para la lectura. Lee primero el Evangelio de Juan. Después de terminar Juan, empieza con el Evangelio de Mateo y lee todo el Nuevo Testamento en orden.
Al abrir tu Biblia para leerla, primero cierra tus ojos y habla con Dios. Confiesa tus pecados; pídele que hable a tu corazón a través de Su Palabra al ir leyendo. Recuerda que estás en Su presencia.
La Oración
Después de leer y esperar que Dios pueda hablar a tú corazón a través de Su Palabra, toma tiempo para orar. Dale gracias por Su Palabra; dale gracias por Sus bendiciones—nómbralas una por una; dale gracias por la sangre de Jesús que nos limpia de todo pecado; dále gracias por contestar tus oraciones; y más que nada dále gracias por el Señor Jesús tu Salvador.
¿Deseas pedirle algo? Dile a Dios de los deseos de tu corazón. Él contesta nuestras oraciones de acuerdo a Su voluntad perfecta.
No se te olvide orar por tu familia y amigos. Es bueno hacer una lista de las personas por las que deseas orar.
¿De verdad quieres conocer a Dios? Entonces debes pasar tiempo a solas con Él.
