UB David + I'll B Jonathan, Inc.

bajo un acuerdo especial con


Esta lección está escrita por El Club del Buzón


presenta "Vencedores"

 

UB David + I'll B Jonathan, Inc.

bajo un acuerdo especial con

El Club del Buzón

presenta

Vencedores

Lección 4: ¡Soy una nueva persona en Cristo!

¡Soy una nueva persona en Cristo!


Querido amigo (a):

Una de las maravillas de Dios es que le gusta hacer cosas nuevas. Cuando el pecado ha arruinado algo que El ha hecho, Dios hace algo nuevo, algo que el pecado nunca puede volver a arruinar.

Dios dice:

He aquí, yo hago nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21:5).

El primer hombre de Dios, Adán, desobedeció a Dios y trajo el pecado y la muerte al mundo. Adán produjo una raza de pecadores. Cada persona nacida en el mundo ha nacido en la familia pecaminosa de Adán.

¿Qué vio Dios?

en el reino de oscuridad de Satanás

Cuando Dios me vio en mi condición de incrédulo, ¿qué vio? El vio tres cosas:

  • Dios vio mis muchos pecados.
  • Dios me vio como pecador—como la persona que cometía esos pecados.
  • Dios me vio en el reino de oscuridad de Satanás.

Estas cosas son ciertas en cuanto a cada persona incrédula. Pero Dios nos amó y deseaba quitar todo lo que estaba entre nosotros y Él. Veamos cómo Dios lo hizo.

¿Cómo me libró Dios de mis pecados?

Mis pecados fueron puestos sobre Cristo

Dios me libró de mis pecados al poner mis pecados sobre Su Hijo. La Biblia dice:

Jehová cargó en él [Jesús] el pecado de todos nosotros (Isaías 53:6b).

Como el Señor Jesús murió por mis pecados, Dios ha perdonado todos mis pecados para siempre. La Biblia dice:

Y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7).

¿Cómo me libró Dios de mi naturaleza pecaminosa?

Es maravilloso saber que Dios me ha perdonado todos mis pecados, pero tengo un problema más profundo. Yo soy pecador. Yo soy el que peca.

¿De dónde vienen mis pecados? Vienen de mi corazón—de mi naturaleza pecaminosa. El Señor Jesús dijo que muchas clases de pecado vienen desde adentro, desde el corazón del hombre. Yo no me puedo cambiar a mí mismo. Ni siquiera Dios intenta cambiar mi corazón para que sea bueno. El tiene una solución mejor para mi problema.

Supongamos que Dios perdonara todos mis pecados y me dejara aquí tal y como era. ¡Seguiría pecando, y eso sería terrible! Si voy a disfrutar mi nueva vida como hijo de Dios, Dios debe resolver este problema de mi naturaleza pecaminosa.

La solución de Dios para el problema de mi naturaleza pecaminosa es quitar mi viejo "YO" y hacerme una nueva persona en Cristo.

Dios me ha librado de mi viejo "YO" al ponerme en Cristo sobre la cruz. La Biblia dice:

Mas por él [Dios] estáis vosotros en Cristo Jesús (1 Corintios 1:30).

Dios me puso en Cristo sobre la cruz (graphic by Stephen Bates)

Cuando Cristo fue crucificado, yo fui "crucificado" con Él. Mi viejo "YO" pecaminoso, que se llama el "viejo hombre" en la Biblia, fue crucificado con Cristo. Dios quiere que sepamos esto. La Biblia dice:

Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre [mi viejo "YO"] fue crucificado juntamente con él [con Cristo] (Romanos 6:6).

¿Cómo sé que fui "crucificado" con Cristo? Lo sé porque la Palabra de Dios lo dice. El Apóstol Pablo dijo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado" (Gálatas 2:20). Esto es verdad para cada creyente en Cristo.

Quizás tú estés pensando: "Pero Cristo fue crucificado hace 2000 años. ¿Cómo pude haber sido crucificado con Él?"

Ahora tomemos al pequeño hombre de papel y pongámoslo dentro de un libro.

Para ayudarnos a comprender esto, tomemos una hoja de papel y recortemos la figura de un hombre. Ahora tomemos al pequeño hombre de papel y pongámoslo dentro de un libro. ¿Dónde está el pequeño hombre ahora? Está dentro del libro y se quedará dentro del libro.

Supongamos que ponemos el libro en el suelo. ¿Ahora dónde está el pequeño hombre? Está en el libro en el suelo.

Supongamos que ponemos el libro sobre la mesa. ¿Ahora dónde está el pequeño hombre? Está en el libro sobre la mesa.

Una vez que el pequeño hombre fue puesto en el libro

Supongamos que tomamos el libro con el pequeño hombre y lo ponemos debajo del agua. ¿Ahora dónde está el pequeño hombre? Está en el libro debajo del agua.

Supongamos que enviamos el libro con el pequeño hombre a otro pueblo. ¿Ahora dónde está el pequeño hombre? Está en el libro en el otro pueblo.

En esta ilustración el libro representa a Cristo y el pequeño hombre me representa a mí. Así como pusimos al pequeño hombre en el libro, Dios me ha puesto en Cristo.

Una vez que el pequeño hombre fue puesto en el libro, todo lo que le sucedió al libro también le sucedió al pequeño hombre porque estaba en el libro. Lo mismo se aplica a mí. Dios me puso en Cristo en la cruz y todo lo que le sucedió a Él también me sucedió a mí porque estoy en Cristo.

La gran Salvación de Dios

Cuando Cristo fue crucificado, yo fui crucificado con Él. Cuando El murió, yo morí con Él. Cuando fue sepultado, fui sepultado con Él. Y cuando resucitó, yo resucité con Él. Todo lo que le sucedió a Él también me sucedió a mí.

Físicamente no he muerto, pero estas cosas son ciertas de mí en Cristo. Recuerde al pequeño hombre en el libro. Una vez que el hombre fue puesto en el libro, todo lo que le sucedía al libro también le sucedía a él porque estaba en el libro.

Lo mismo pasa conmigo. Una vez que Dios me puso en Cristo en la cruz, todo lo que le sucedió a Él también me sucedió a mí porque estoy en Cristo. Estuve en Cristo cuando murió. Ese fue el fin de mi vida vieja. Estuve en Cristo cuando fue sepultado. Estuve en Cristo cuando resucitó, pero ahora soy una nueva persona.

Dios me creó como una nueva persona en Cristo. Sigo teniendo el mismo cuerpo, pero soy una nueva persona por dentro. La Biblia dice:

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17).

¡Soy una nueva persona en un nuevo lugar!

Ya no estoy en el reino oscuro de Satanás. ¡Soy una nueva persona en un nuevo lugar! Ahora estoy en el reino del amado Hijo de Dios. La Biblia dice:

Con gozo dando gracias al Padre…el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo (Colosenses 1:12a-13).

¡Soy una nueva persona en un nuevo lugar!

Cristo me ha libertado de todo lo que estaba en mi contra. Fue un día feliz cuando supe lo que Cristo había hecho por mí. Ha quitado todo lo que estorbaba entre Dios y yo.

¿Qué sucedió con mis pecados? Mis pecados fueron puestos sobre Jesús. Él derramó Su preciosa sangre por mis pecados. Dios ha perdonado mis pecados por amor a Jesús. La Biblia dice:

Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre (1 Juan 2:12).

¿Qué sucedió con mi vieja naturaleza pecaminosa? A los ojos de Dios, mi vida vieja terminó con mi muerte en Cristo. El apóstol Pablo dijo: "Con Cristo estoy crucificado". Yo puedo decir lo mismo, porque Cristo es mi Salvador. No soy la persona que era. Soy una nueva persona en Cristo. La Biblia dice:

Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efesios 4:24).

¿Qué sucedió con el reino de oscuridad de Satanás? Ya no estoy en el reino de oscuridad de Satanás. Dios me ha trasladado del reino de oscuridad de Satanás al reino de Su amado Hijo.

Dios quiere que me goce en Él.

¡Es maravilloso saber que mis pecados son perdonados, y que ahora soy una nueva persona en Cristo!

¿Por qué hace Dios todas estas cosas tan maravillosas para mí? Las hace porque me ama y porque yo estoy en Cristo.

Como estoy en Cristo, Dios siempre me mira con gozo. ¿Es bienvenido Cristo en la presencia del Padre? Sí, es bienvenido, y yo también. ¿Se goza Dios en Cristo? Sí, se goza en Él y también en mí. Dios me ama y se goza en mí porque soy Su hijo.

El Hijo pródigo

En la historia del hijo pródigo, Jesús nos muestra cómo el Padre nos recibe cuando nos acercamos a Él, confiando en Jesús como nuestro Salvador. El nos perdona plena y libremente. ¡Le agrada perdonarnos!

Corrió y se echó sobre su cuello besándolo.

Cuando el hijo pródigo regresó, su padre lo vio cuando aún estaba lejos. Corrió y se echó sobre su cuello besándolo. No fue un beso pequeño sobre la mejilla. En el idioma original, la Biblia dice que el padre lo cubrió de besos.

En ese momento, el hijo pródigo sabía dos cosas. En primer lugar, sabía que había sido perdonado plena y libremente.

En segundo lugar, sabía cómo se sentía su padre en cuanto a él. Conocía la actitud de su padre para con él. Por sus acciones, el padre estaba diciendo: "¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo!"

No sólo soy perdonado, sino que sé cómo Dios se siente en cuanto a mí –¡Me ama con todo Su corazón! El perdón de Dios es un resultado de Su amor sin límites hacia mí en Cristo.

Dios me abraza, así como el padre abrazó al pobre hijo pródigo. Dios me está diciendo: ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Estoy feliz de que regresaste a Mí!


La Verdad de Dios

A través de la obra de Su Hijo, Dios ha quitado todo lo que estorbaba entre Él y yo. La sangre de Cristo me ha limpiado de todos mis pecados. Mi viejo "YO" pecaminoso fue crucificado con Cristo. Dios me creó como una nueva persona en Cristo. Ahora estoy en el reino del amado Hijo de Dios.

¿Cómo sé estas cosas? Las sé porque Dios las dice en Su Palabra. ¿Qué desea Dios que yo haga ahora? El desea que ame a Su Hijo y viva para Él.

Yo Creo

"Padre, yo creo que Tú has perdonado todos mis pecados y que me has hecho una nueva persona en Cristo. Gracias por todas estas cosas maravillosas que has hecho por mí".

^arriba

Real Time Web Analytics