UB David + I'll B Jonathan, Inc.

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Esta lección está escrita por El Club del Buzón


presenta "Vencedores"

 

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Vencedores

Lección 10: Cristo es mi Vida

Cristo es mi Vida


Querido amigo (a):

¿Qué significa la vida cristiana? ¿Qué Cristo está en el cielo y yo estoy solo aquí en la tierra intentando vivir para Él? ¿Es preguntar qué haría Jesús en esta situación, y luego tratar de imitarlo? ¿Es hacer mi mejor esfuerzo para portarme bien y pedirle al Señor Jesús que me ayude?

No es ninguna de estas cosas. Ser cristiano significa que tengo que confiar en Cristo como mi Salvador. Tengo una nueva relación con Él. Esa nueva relación se puede expresar con dos frases sencillas.

• Yo estoy en Cristo.

• Cristo está en mí.

A través de la Palabra de Dios aprendemos que somos partícipes de la vida divina. Esto significa que compartimos la vida de Cristo. Yo estoy en Cristo y Cristo vive en mí a través de Su Espíritu.

Cristo vive en mí.

¡Yo estoy en Cristo y Cristo está en mí!

En los tiempos del Antiguo Testamento, los creyentes decían que el Señor era su Ayudador. La Biblia dice:

El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre (Hebreos 13:6).

A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido (Salmo 16:8).

Esté tu mano pronta para socorrerme (Salmo 119:173).

Al pensar en estos versículos, ¿dónde está el Señor? Él estaba fuera del creyente del Antiguo Testamento, cuidándolo, protegiéndolo, ayudándolo. Pero en el Nuevo Testamento, encontramos que Dios viene a vivir en nosotros. La Biblia dice:

…Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos … (2 Corintios 6:16).

Dios, en la Persona de Su Hijo, ha venido a vivir en los creyentes. La Biblia dice:

…¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros?… (2 Corintios 13:5).

La Vid y los pámpanos

Para ayudarnos a entender esta nueva relación entre el Señor Jesús y el creyente, Jesús utilizó un ejemplo de la naturaleza. Dijo: Yo soy la vid, vosotros los pámpanos (Juan 15:5).

El Señor es la Vid, y los creyentes son los pámpanos. Así que cuando se menciona "la vid", debemos pensar en el Señor Jesús, y cuando se menciona "los pámpanos" debemos pensar en nosotros mismos. A través de la vid y los pámpanos podemos aprender unas verdades hermosas acerca de la vida cristiana.

El pámpano está en la vid

• La vid y los pámpanos son uno.

Comparten una vida. La misma vida, o sea la savia que fluye por la vid, también fluye por los pámpanos. Vemos por medio de esto que nuestra unión con Cristo es una unión viviente. Compartimos una vida.

• El pámpano está en la vid.

Al mirar la vid y sus pámpanos, vemos que el pámpano está en la vid. Esto nos enseña que nosotros estamos en Cristo. Ya hemos aprendido esta gran verdad, que estamos en Cristo, pero ahora vemos que estamos unidos a Él en una relación viviente.

No siempre estábamos en Cristo. Antes de confiar en Cristo como nuestro Salvador, estuvimos en la familia pecaminosa de Adán. Estábamos en Adán. Compartíamos su vida y teníamos su naturaleza.

Quitados de Adán

¿Qué sucedió cuando fuimos salvos? Dios nos sacó de Adán y nos puso en Cristo. Fuimos cortados de Adán e injertados en Cristo.

Injertar un pámpano significa quitarlo de una vid y fijarlo en otra. El pámpano es cortado de la vieja vid. Luego se le hace un corte a la nueva vid, y el pámpano se injerta en el lugar y se fija de manera segura. Pronto sucede algo maravilloso. La vida de la vid nueva empieza a fluir a través del pámpano. El pámpano empieza a compartir la vida de la nueva vid y empieza a producir su fruto.

Fuimos cortados de Adán e injertados en Cristo

A través de esto podemos ver que lo que Dios hizo para nosotros es maravilloso. Dios nos sacó de Adán y nos "injertó" en Cristo. La Biblia dice:

Mas por él [Dios], estáis vosotros en Cristo Jesús… (1 Corintios 1:30).

Ahora estamos unidos al Señor Jesucristo de manera viviente. Él es nuestra Vid y nosotros somos pámpanos vivientes en Él. Compartimos Su vida. La Biblia dice que somos participantes de la naturaleza divina [la vida de Cristo] (2 Pedro 1:4).

Cristo vive en mí

• La vid está en los pámpanos.

No sólo está el pámpano en la vid, sino que la misma vida de la vid, la savia, está en el pámpano. Esto es lo que mantiene con vida al pámpano y hace que produzca fruto.

Esto nos enseña que no sólo estamos en Cristo, sino que Cristo está en nosotros. Tenemos la misma vida de Cristo en nosotros.

El Secreto de la vida cristiana

El secreto de la vida cristiana es que Cristo está en mi vida. Cristo no está fuera de mí como mi Ayudador; Él vive en mí. El apóstol Pablo dijo: Porque para mí el vivir es Cristo [Su vida en mí]… (Filipenses 1:21).

Pablo no dijo: "Estoy tratando de imitar a Cristo". No dijo: "Voy a hacer lo mejor que pueda y le voy a pedir al Señor que me ayude". Más bien, él dijo: Porque para mí el vivir es Cristo [Su vida en mí]. Cristo no desea ser sólo mi Ayudador, sino que desea ser mi misma vida.

un pámpano lleno de hermosas uvas

Si vemos un pámpano lleno de hermosas uvas, podríamos preguntarle al pámpano: "¿Cómo lograste tener tanto fruto? ¿Cuál es tu secreto?" Si el pámpano pudiera hablar, diría: "El secreto es que la vida de la vid fluye en mí. Todo lo que necesito está en la vid. Dependo de la vid para todo".

El Señor Jesús desea que todos aprendamos una lección en cuanto a la vid y los pámpanos. Él es nuestra "Vid" y nosotros, Sus "pámpanos", estamos en El. Todo lo que necesitamos está en Cristo y nosotros tenemos Su vida f luyendo en nosotros.

Cómo vivir la vida Cristocéntrica

El apóstol Pablo fue uno de lo cristianos más victoriosos que haya vivido, y él ha compartido con nosotros el secreto de su vida victoriosa. Pablo dijo:

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gálatas 2:20).

Con Cristo estoy juntamente crucificado ...¡Cristo vive en mí!

Lee este versículo en voz alta. ¿No es maravilloso? Anota el versículo en una hoja de papel y repítelo una y otra vez hasta que lo memorices. Ahora, a través de este versículo, veamos los cuatro pasos de vivir una vida Cristo-céntrica.

1

Debes saber que tú moriste con Cristo.

"Con Cristo estoy juntamente crucificado". Esta es la manera en que Dios se encarga de mi vida vieja. Dios me puso en Cristo en la cruz. Cuando morí con Cristo; allí terminó mi vida vieja.

2

Debes quitar el "YO".

"Ya no vivo yo". Cristo desea vivir Su vida en mí, pero algo se interpone. ¿Qué es? ¡Es el "YO"! ¡Mi mayor problema es el "YO"! ¿Cuál es la solución a este problema? La solución al problema del "YO" es quitarme a mí mismo para que Cristo pueda vivir Su vida en mí.

Dios dice que el "YO" debe estar en la cruz y que Cristo debe estar en el trono de mi corazón. Yo debo estar de acuerdo con Dios. Yo debo decir: "YO, ¡tú no puedes reinar en mi vida! ¡Cristo es mi Señor y mi Rey! ¡El reinará en mi vida!"

Una pequeña niña llamada Carola había recibido a Cristo como su Salvador cuando era muy pequeña. Cuando tenía diez años, deseaba ser una buena cristiana. Su padre pasó mucho tiempo con ella, enseñándole de la Biblia. Le enseñó que la única manera de tener victoria sobre el pecado y el "YO" es aceptar nuestra muerte con Cristo y permitir que Cristo viva Su vida en nosotros.

Entonces Carola tomó su decisión. Fue una decisión que cambió su vida para siempre. Escribió en su Biblia:

"Verdaderamente morí con Jesús, y puse la vieja Carola en la cruz con Él el día 4 de Octubre. He decidido vivir para Él a través de Su vida toda mi vida. No yo, sino Cristo".

3

Debes reconocer que Cristo vive en ti.

"Mas vive Cristo en mí". Esto es verdad para cada creyente. ¿Qué sucedió cuando llegué a ser cristiano? Le recibí a Él (Juan 1:12). En realidad Él vino a vivir en mí. ¡Él vive en mí ahora mismo! Nada podría ser más maravilloso.

Cristo resucitó de la tumba y yo resucité con Él. Soy una nueva persona en Cristo.

4

Confía en la fidelidad de Cristo.

Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe [en la fidelidad] del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gálatas 2:20).

Confía en la fidelidad de Cristo

Todo lo que necesito está en Cristo. Dios me dice que no me preocupe por nada. Incluso, Él me manda a no afanarme por nada. Yo mismo me preocupo por las cosas y no puedo obedecer este mandamiento. Pero Cristo vive en mí. Él hace por mí lo que no puedo hacer por mí mismo. Simplemente confío que Él lo hará. Y verdaderamente lo hace. ¡Él es fiel!

He encontrado el secreto de la vida. ¿Cuál es? Es confiar en Cristo que vive en mí. "Ya no vivo yo, más Cristo vive en mí". Confío en Cristo para todo lo que necesito.

Quizás lucho con un mal genio. Y he intentado por años vencer. Pero ahora lo entrego a Cristo, quien es fiel y quien vive en mí. Él se encarga de eso, y se acaba el problema.

Una pequeña niña aprendió a tener victoria sobre la tentación. Alguien le preguntó: "¿Cómo logras la victoria cuando eres tentada?" Ella dijo: "Antes, cuando el diablo tocaba a mi puerta para tentarme, le decía: '¡No entres, no entres!' pero de todos modos entraba.

"Ahora cuando el diablo viene a tocar a mi puerta, digo: '¿Señor Jesús, por favor puedes ir a la puerta?' Cuando el diablo ve al Señor Jesús, se agacha y dice: 'Lo lamento. Creo que me equivoqué de puerta'. Y se da la vuelta y se va".

¿Qué pasa si fallo? ¿Qué debo hacer? Debo confesar mi pecado y ponerlo bajo la preciosa sangre de Cristo. En ese mismo momento puedo decir: "Señor Jesús, Tú eres mi vida y mi victoria. Tú vivirás Tu vida victoriosa a través de mí".


La Verdad de Dios

Mi vida vieja terminó con la muerte de Cristo. Yo soy una nueva persona en Cristo. Ahora Cristo es mi vida y mi victoria.

Yo Creo

"Señor Jesús, he visto en la Palabra de Dios que mi vida vieja terminó cuando morí contigo. No deseo que el 'YO' siga reinando en mi vida. Ahora pongo mi vida vieja en la cruz contigo. Ahora decido vivir por medio de Tu vida, en lugar de mi 'YO'. Desde ahora en adelante ya no seré yo, sino Cristo viviendo en mí".

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