bajo un acuerdo especial con
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"La Nueva Vida en Cristo (Curso 3)"
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"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es…" 2 Corintios 5:17
Lección 24: Victoria en Cristo
La experiencia más triste en la vida de un cristiano es estar bajo el poder del pecado. El pecado en la vida del cristiano tiene tres resultados terribles:
TRAE DESHONRA al nombre del Señor Jesucristo. Si tú eres cristiano, representas al Señor Jesús. Cuando cedes al pecado, traes deshonra a Su nombre.
TE ROBA tu gozo y tu poder. Mientras que cedas al pecado, Dios no te usará.
DESTRUYE tu testimonio cristiano. Otras personas juzgan tu testimonio cristiano, no tanto por lo que dices, sino por la forma en que vives diariamente.
En este momento, mediante tu vida, estás diciendo una de estas dos cosas a la gente: ¡La vida cristiana es eficaz! o: La vida cristiana no es eficaz.
La forma en que vives como cristiano no solamente afecta tu vida, sino también las vidas de otras personas. ¿Ves por qué es tan importante que tú seas un cristiano victorioso?
¿Qué es la Vida Victoriosa?
Cuando hablamos de la "vida victoriosa", no nos referimos a una vida sin tentación o una vida de perfección sin pecado. No es posible que una persona tenga tal convenio con el Señor como para poder decir: "Yo no tengo pecado", o "nunca más podré pecar". La Biblia dice:
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros (1 Juan 1:8).
¿QUÉ, PUES, ES LA VIDA VICTORIOSA? La vida victoriosa es una vida de paz y gozo en el Señor. Es una vida de comunión constante con el Señor. Es una vida de victoria sobre el pecado, aun los llamados "pecadillos", tales como mal genio, criticar, irritabilidad, quejarse, falta de amor, envidia, celos, palabras hirientes, malos pensamientos, preocuparse y ansiedad.
La vida victoriosa es una vida que glorifica al Señor Jesucristo, es la única clase de vida que le glorifica.
¿QUIÉN PUEDE VIVIR ESA CLASE DE VIDA? ¡Cualquier creyente! ¡Es para ti! La vida victoriosa no es solamente para unos cuantos cristianos especiales. Se presenta en el Nuevo Testamento como la vida cristiana normal. Dios ha hecho provisión para que todo cristiano viva esa clase de vida. Veamos lo que dice la Biblia en cuanto a esto:
La Victoria es un Regalo
La primera cosa que queremos ver en cuanto a la vida de victoria es que es un regalo. Así como la vida eterna es un regalo, así también la vida victoriosa es un regalo. No se puede ganar; es un regalo de Dios. La Biblia dice:
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo (1 Corintios 15:57).
La Victoria es por la Gracia de Dios
Lo siguiente que necesitamos comprender acerca de la vida de victoria es que ésta es por la gracia de Dios.
¿QUÉ ES GRACIA? Gracia es algo que Dios hace por nosotros. Muchas veces se ha definido la gracia como "el favor inmerecido de Dios", pero la gracia es mucho más que esto. La gracia es el poder omnipotente de Dios obrando a nuestro favor, haciendo por nosotros cosas que nunca podríamos hacer por nosotros mismos. Desde el principio hasta el fin, nuestra salvación es toda por la gracia de Dios.
PERO, ¿NO TENEMOS UNA PARTE en la salvación? Sí, la tenemos. ¿Cuál es nuestra parte? Nuestra parte es recibir lo que la gracia de Dios provee para nosotros. Ahora, consideremos nuestra salvación y veamos la parte que la gracia de Dios tiene en ella.
Primero, pensemos en el momento en que Dios nos salvó. Cada uno de nosotros puede mirar hacia el pasado a la época cuando nos hallabamos separados de Dios y "muertos en delitos y pecados". Pero Dios nos amó y salvó mediante Su gracia. La Biblia dice:
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados (Efesios 2:1).
Cuando estábamos "muertos en delitos y pecados", ¿podíamos vivificarnos espiritualmente? No, no podíamos. Fue el poder de Dios obrando en nosotros lo que nos dio vida espiritualmente. Todo fue por la gracia de Dios. La Biblia dice:
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios (Efesios 2:8).
Ahora, pensemos en el futuro. Sabemos que, algún día, el Señor Jesucristo vendrá por Sus creyentes. Cuando Él venga, todos los creyentes, tanto los que han muerto como los que están vivos serán arrebatados hacia arriba para reunirse con el Señor en el aire. Nuestros cuerpos serán cambiados al instante, y seremos transformados a semejanza de Él. La Biblia dice:
Porque el Señor mismo con voz de mando… descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire… (1 Tesalonicenses 4:16-17).
¿QUÉ PODEMOS DECIR DE ESTO? ¿Seremos arrebatados para reunirnos con el Señor por nuestro propio poder? No, de ninguna manera. Será por el gran poder de Dios. Será por Su gracia.
¿QUÉ EN CUANTO A AHORA? ¿Debemos solamente luchar con nuestra propia fuerza, haciendo lo mejor que podamos, per fallando miserablemente? ¡No! Dios ha hecho posible que tengamos victoria ahora.
¿CUÁL ES LA PROVISIÓN DE DIOS para nosotros ahora? Su provisión es Su gracia; Su gran poder obrando en nosotros. No importa cual sea nuestra condición, Dios nos dice: "Bástate mi gracia".
LA GRACIA DE DIOS PARA NOSOTROS AHORA es simplemente Cristo viviendo en nosotros. Cuando Dios dice: "Bástate mi gracia", quiere decir: "Mi Cristo es suficiente para ti. Confía en Él. Él te puede dar la victoria en cada situación".
¿QUÉ HACEMOS? Descansamos en Cristo. Confiamos en El para que nos cuide y nos dé la victoria. Esto es recibir la gracia de Dios. Cuando hacemos esto, "reinamos" en vida. La Biblia dice
…reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia (Romanos 5:17).
La Victoria está en Jesucristo
Muchos cristianos buscan la victoria mediante alguna enseñanza o una experiencia extraordinaria, pero la victoria no se halla en una enseñanza o experiencia. La victoria se encuentra en el Señor Jesucristo. La Biblia dice:
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo (1 Corintios 15:57).
Cristo ofrece dos cosas
JESUCRISTO OFRECE DOS COSAS a cada persona. Le ofrece vida eterna, y le ofrece victoria sobre el pecado. Hace las dos ofertas exactamente sobre la misma base: Que permitamos que Él lo haga todo.
Así como hay una manera correcta y una equivocada de buscar la salvación, así hay una manera correcta y una equivocada de buscar la victoria. La manera equivocada es tratar de hacerla tú mismo. La manera correcta es dejar al Señor hacerla por ti. El Señor Jesús dijo:
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar (Mateo 11:28).
Si estuvieras laborando en un trabajo, y el Señor Jesús viniera a ti y te dijera: "Te daré descanso", ¿qué esperarías tú que Él hiciera? Esperarías que Él tomara tu trabajo y que lo hiciera mientras tú descansabas. Esto es exactamente lo que Él quiere hacer por ti.
Tal vez tú has estado tratando de vivir la vida victoriosa, pero has fallado. El Señor Jesús te dice, "Permite que Yo lo haga. Viviré la vida victoriosa en ti y por ti".
¿Cómo entramos a la Vida de Victoria?
Las condiciones para entrar a la vida de victoria son solamente dos:
1. Encomendarte a Cristo.
2. Tomar a Cristo como tu Victoria.
Consideremos estas dos condiciones.
PRIMERO, DEBES ENCOMENDARTE, todo lo que eres y todo lo que tienes, al Señor Jesús. Si tú mantienes el dominio de tu vida, entonces eres responsable de cuidarte a ti mismo. Si te encomiendas al Señor Jesucristo, entonces Él asume la responsabilidad de guardarte. El apóstol Pablo dijo:
…yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día (2 Timoteo 1:12).
El Señor Jesucristo pudo guardar a Pablo y darle la victoria, pero el apóstol Pablo había hecho algo que permitió al Señor hacer esto. ¿Qué era? Pablo se había encomendado completamente al Señor Jesús. Si deseas que el Señor te guarde y te dé la victoria, debes encomendarte a Él.
¿HAY ALGO EN TU VIDA hasta este momento, que tú retienes del Señor? Si lo hay, ¿se lo quieres entregar en este momento? Entrégale el pasado con todos sus pecados y fracasos. Encomiénda al Señor el futuro con todo lo desconocido. Encomiéndale tus seres queridos. Encomiéndale ese joven o esa señorita a quien tú amas. Dile a Dios que, si ellos no están en Su plan para ti, estás dispuesto a dejar de relacionarte con ellos. Díle, ahora mismo, que le entregas todo lo que eres y todo lo que tienes, para ahora y por siempre. Cuando hagas eso, habrás dado el primer paso hacia la victoria. ¿Lo harás en este momento?
LUEGO, DEBES TOMAR A CRISTO COMO TU VICTORIA. Tomar a Cristo como tu Victoria es parecido a tomarle como tu Salvador.
¿QUÉ HICISTE cuando recibiste a Cristo como tu Salvador? Te acercaste a Él como un pecador impotente y confiaste en Él para salvarte.
¿QUÉ HACES cuando tomas a Cristo como tu Victoria? Te acercas a Él como un cristiano impotente y vencido, y confías en Él para darte la victoria. ¿Le tomarás ahora mismo como tu Victoria? Solamente dile:
—Señor Jesús, he tratado de vivir la vida cristiana una y otra vez, pero he fracasado. En este momento te recibo como mi Victoria. Confío en Ti para que me des la victoria.
Confiando en lo que Dios dice
Cuando aceptaste a Cristo como tu Salvador, ¿cómo supiste que Dios te había salvado? ¡Por Su Palabra! Confiaste en lo que Dios dijo, y le diste gracias por haberte salvado.
Cuando recibes a Cristo como tu Victoria, ¿cómo sabes que Dios te ha dado la victoria? ¡Por Su Palabra! ¿Qué dice Dios? Dice: "Mi gracia, mi Cristo, te basta".
¿CONFIARÁS EN LO QUE DIOS DICE y le darás las gracias, sobre el fundamento de Su Palabra, de que Su gracia te basta? Agradécele que Cristo verdaderamente vive en tu corazón, y que, en este mismo momento, Él está supliendo todas tus necesidades.
Cuando te rindes a Cristo y le recibes como tu Victoria, has entrado a la vida de victoria. Puedes decir:
—Yo sé que mi Señor Jesús está supliendo todas mis necesidades ahora mismo, porque Su gracia me basta.
¿Cómo continúas en la Victoria?
Tú entras en la victoria rindiéndote a Cristo y confiando en Él como tu Victoria. Continúas en la victoria al seguir rindiéndote a Cristo y continuar confiando en Él como tu Victoria.
La victoria no es un asunto que se consigue de una vez por todas. Consiste en tomar a Cristo como tu Victoria en cada momento. Tu actitud se convierte en dependencia de Él a cada momento.
Recuerda, la victoria es por la gracia de Dios. No es crujir los dientes y luchar por mantener el dominio de ti mismo. Es un milagro de la gracia de Dios. No es procurar sino confiar. Procurar es lo que hacemos nosotros; confiar es permitir que el Señor lo haga por nosotros.
¿Volverás a fracasar otra vez?
Sí, habrá fracasos conforme aprendas a andar en la victoria. Como ya hemos dicho, la vida victoriosa no es una vida sin pecado.
¿QUÉ SUCEDERÁ CUANDO TÚ FRACASES? ¿Te desanimarás y dirás: "Esto no es eficaz. No puedo ser un cristiano victorioso. Está bien para otros, pero no para mí"? Eso es exactamente lo que el diablo quiere que digas. ¡No lo hagas!
¿Has visto alguna vez a un nene aprendiendo a andar? ¿Qué pasa? Da unos cuantos pasos, y luego cae. ¿Y después qué? ¿Se queda en el piso y dice: "Es inútil. No puedo andar. Nunca aprenderé a andar"? No, no hace eso. ¿Qué hace? Llora bastante. Luego se levanta y empieza a andar otra vez. Tiene otras caídas, pero sigue hasta que aprende a andar.
Así es en la vida cristiana. Mientras que estás aprendiendo a caminar en victoria, tendrás muchas caídas. ¿Qué debes hacer cuando caes? ¡Levantarte! Confiesa tu pecado al Señor. Dile que no fue tu intención caerte. Dile que quieres vivir la vida de victoria. Luego, empieza de nuevo. Camina otra vez, confiando en Cristo como tu Victoria. Conforme transcurra el tiempo, te darás cuenta de que ya no caes tan a menudo.
No aceptes la derrota
Cuando falles nunca debes permanecer derrotado. Puedes ser restaurado inmediatamente a tu estado de victoria. ¿Cómo? Confesando tu pecado a Dios y, otra vez, reclamando a Cristo como tu Victoria. Recuerda, Cristo no ha fallado. Él todavía es el Victorioso, y vive en ti.
¡Tú puedes obtener la Victoria!
No leas esta lección una sola vez, contestes las preguntas y pienses que ya sabes esta verdad. Estudia esta lección repetidas veces hasta que sus verdades lleguen a ser una realidad en tu vida.
¡CUALQUIER COSA QUE JESUCRISTO HAYA HECHO POR ALGUNO DE SUS DISCÍPULOS, LO HARA POR TI!
¡Tú puedes ser un cristiano victorioso! No digas que esta vida es para otros, pero no para ti. La intención de Dios es que tú vivas victorioso. Tú debes creer que la vida de victoria es para ti, ahora mismo, en tus circunstancias.
ESCOGE LA VIDA DE VICTORIA. La vida de un cristiano derrotado es difícil. La única vida feliz, la única vida que honra al Señor Jesús, es la vida victoriosa.
TOMA LOS PASOS DE LA VICTORIA. Encomiéndate a Cristo. Recíbele como tu Victoria.
CONFÍA EN CRISTO EN CADA MOMENTO. En cualquier situación, depende de Él. Dí: "Yo sé que mi Señor Jesucristo está supliendo todas mis necesidades, ahora mismo, porque Su gracia me basta".