bajo un acuerdo especial con
presenta
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es…" 2 Corintios 5:17
Lección 2: La Creación del Hombre
En la lección 1 aprendimos que Dios es el Creador de todas las cosas: el universo y todo lo que hay en él. Él creó todos los seres vivientes: las aves, los peces y demás animales y les dio la capacidad de reproducirse conforme a un principio establecido: "según su género".
Esta frase "según su género" o "según su especie" se repite ocho veces en el primer capítulo del Génesis. Esto quiere decir que toda criatura viviente podía producir criaturas iguales a sí misma y solamente iguales a sí misma. Ningún animal podía cambiarse a diferente clase de animal. Este principio es tan verdadero hoy en día como lo fue en aquel entonces. Cada criatura viviente produce hijos iguales a sí misma.
¿Cuál fue la creación más maravillosa de dios?
La creación más maravillosa de Dios fue el hombre. El hombre no descendió de una forma animal inferior. Dios lo creó. Dijo Dios:
hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree… en toda la tierra… (Génesis 1:26).
¿Por qué creó dios al hombre?
Dios creó al hombre para Su gloria. Deseaba un hombre conforme a Su imagen y semejanza, y quería que este hombre gobernara sobre todas las cosas en la tierra después de Dios. Deseaba que el hombre le glorificara, que le adorara, que le amara y que tuviera comunión con Él. La Biblia dice:
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó… (Génesis 1:27).
A este primer hombre Dios le llamó Adán.
¿Cómo fue creado Adán?
Encontramos la respuesta en el capítulo 2 de Génesis. Adán fue creado del polvo de la tierra por el poder de Dios. La Biblia dice:
Dios formó al hombre del polvo de la tierra… (Génesis 2:7).
¿Cómo era Adán?
Puesto que Adán fue el primer hombre y, por consiguiente, el principio de toda la raza humana, es muy importante que sepamos cómo era Adán. Adán fue formado de tres partes principales: cuerpo, alma y espíritu. El cuerpo es la parte exterior que podemos ver del hombre. El alma es la parte interior del hombre y, que no se puede ver. El espíritu es la parte más íntima del hombre mediante el cual éste puede comunicarse con Dios.
Vamos a meditar sobre cada una de estas tres partes del hombre.
El cuerpo de Adán
El hogar de Adán tenía que ser la tierra, y Dios le hizo un cuerpo que salió de la tierra. La Biblia dice: El primer hombre es de la tierra, terrenal… (1 Corintios 15:47).
Con el cuerpo el hombre puede ver, oír, tocar, saborear y oler. Por lo tanto él se comunica con el mundo que le rodea.
El cuerpo que Dios creó para el hombre es verdaderamente maravilloso. En realidad es una combinación de muchas maravillas.
DIOS HIZO EL OÍDO HUMANO, algo semejante a un piano de concierto, excepto que es un millón de veces más pequeño y tiene 100 veces más "cuerdas". Estos nervios permiten al oído distinguir entre miles de sonidos. Cuán diminuto es el mecanismo del oído, y sin embargo, ¡tan perfecto!
DIOS CREÓ EL OJO HUMANO en tal forma que es más extraordinario que cualquier cámara que jamás se haya hecho. Ha sido llamado "la maravilla de las maravillas".
DIOS HIZO EL CORAZÓN del hombre para que pueda latir 100,000 veces al día y trabajar toda la vida sin necesidad de cambiarlo por otro.
DIOS HIZO EL CEREBRO del hombre para que pudiera hacer lo que toneladas de toneladas de computadoras complicadas nunca podrían hacer. El cerebro humano contiene más fibras de nervios que todas las líneas telefónicas del mundo puestas juntas, ¡y aún así, pesa menos de tres libras!
Cada parte del cuerpo humano es un testimonio de la sabiduría infinita y de la habilidad de quien lo creó. Podemos decir con el salmista:
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras… (Salmo 139:14).
El alma de Adán
Adán no solamente tenía un cuerpo, sino también un alma. La Biblia dice:
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente (Génesis 2:7).
Podemos ver el cuerpo de una persona, pero no podemos ver su alma. ¿De qué, pues, consta el alma? El alma del hombre consta de tres partes: la mente, las emociones y la voluntad. Con su mente, Adán podía pensar. Con sus emociones, podía amar. Y con su voluntad podía elegir. Porque podía pensar, amar y elegir, Adán era un alma viviente.
Adán tenía mente: podía pensar
Adán era una persona de inteligencia superior. Tenía la facultad de pensar claramente y expresar sus pensamientos en palabras. No hay ninguna duda de que su capacidad mental era muy grande. Recuerda, Adán fue creado a imagen de Dios.
Dios le dio a Adán la tarea de ponerle nombre a todas las criaturas vivientes. La Biblia dice:
Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trajo a Adán, para que viese cómo les había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre (Génesis 2:19).
Adán tenía emociones: podía amar
Como persona, Dios ama y expresa su amor. Dios creó a Adán con naturaleza emocional propia, para que él también pudiera amar y expresar su amor. Por la Biblia sabemos que Dios también tiene capacidad para otras emociones. Por ejemplo: Odia el pecado. También Adán recibió la facultad de odiar todo lo que era malo.
Adán tenía voluntad propia:podía elegir
Dios tiene libre albedrío, y Adán era como Dios en que también él tenía libre albedrío. Tenía capacidad para escoger lo que haría. Podía escoger entre obedecer o desobedecer a Dios. Ya que tenía la libertad de elegir lo que haría, Adán era responsable de sus elecciones. No podía decir que alguien le había forzado a que hiciera algo contra su voluntad.
El espíritu de Adán
Hemos visto que Adán fue creado con un cuerpo y un alma. Pero Adán tenía algo que lo hacía diferente de las demás criaturas. Adán tenía espíritu. La Biblia dice:
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren (Juan 4:24).
Dios quería que Adán tuviera la capacidad de conocerle, de adorarle y de tener comunión con Él; de modo que Dios creó a Adán con espíritu.
Qué es el espíritu
El espíritu es esa parte del hombre que puede conocer a Dios y recibir Su vida. El espíritu del hombre fue creado para que Dios tuviera un lugar donde morar en el hombre. Podemos pensar del espíritu como un cuarto muy adentro del hombre, un lugar destinado solamente para el Espíritu de Dios. Porque Dios hizo al hombre con espíritu, el Espíritu de Dios puede morar en él.
Recuerda que Dios creó al hombre para Su gloria. La única forma en que el hombre puede glorificar a Dios es teniendo el Espíritu de Dios morando en él y rigiendo su vida. Por eso es que Dios hizo a Adán con espíritu. Dios deseaba que Adán recibiera la vida de Él y que fuera gobernado por el Espíritu de Dios. Por sí mismo, Adán nunca hubiera tenido capacidad para cumplir con el propósito de Dios.
Dios dijo que adán era "muy bueno"
Hemos visto que Dios creó a Adán con tres partes principales: un cuerpo, un alma, y un espíritu. Cuando Dios Todopoderoso creó a Adán, éste era perfecto y completo en las tres clasificaciones. El Adán sin pecado quedó frente a su Creador, y Dios lo declaró "muy bueno".
Tres cosas importantes que hemos aprendido
Hemos aprendido tres cosas muy importantes de esta lección. Ellas son:
Fuimos creados por Dios.
El hombre no "surgió" solo por casualidad. Tampoco se originó de una forma animal inferior por un proceso largo llamado evolución. La teoría de la evolución no sólo es falsa, sino también es directamente opuesta a las enseñanzas de la Biblia. La Biblia claramente expone que el primer hombre, Adán, fue creado por Dios y que fue creado a imagen de Dios. El mismo Señor Jesús dice en Marcos 10:6:
Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios.
Cada uno de nosotros tiene que escoger por sí mismo si ha de creer en las teorías del hombre en cuanto al origen del ser humano o en lo que Dios ha revelado en Su Palabra.
Fuimos creados con un propósito.
Dios siempre tiene un propósito al hacer todo lo que hace, y lo tuvo al crear al hombre. Dios creó al hombre para Su gloria. En Isaías 43:7, Dios dice en cuanto al hombre:
Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.
Estamos aquí para glorificar a Dios, para adorarle, para amarle y para tener comunión con Él.
Somos responsables ante Dios.
Como a Adán se le dio libre albedrío, era responsable por sus decisiones. Dios nos ha dado a cada uno de nosotros libre albedrío, y por lo tanto somos responsables por nuestras decisiones. Algún día, todo ser humano que haya vivido, tendrá que comparecer ante su Creador para dar cuenta de sí mismo. La Biblia dice:
…está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio (Hebreos 9:27).