bajo un acuerdo especial con
presenta "Exploradores serie 1"
bajo un acuerdo especial con
presenta
Serie 1
Lección 3: ¿De Dónde Venimos?
Querido(a) amigo(a):
En las dos primeras lecciones hemos aprendido muchas cosas maravillosas acerca de Dios. En esta lección vamos a aprender que Dios es el gran Creador—el que hizo todas las cosas.
¿Alguna vez has mirado las estrellas en la noche y te has preguntado cómo surgieron? La Biblia nos dice como—¡Dios las hizo!
El primer versículo de la Biblia dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Génesis 1:1). ¿Qué significa la palabra "crear"? La palabra "crear" significa hacer algo de la nada. Sólo Dios lo puede hacer.
Dios hizo el sol y también la luna. Él hizo la tierra en la que vivimos. Dios hizo todas las estrellas que brillan en la noche. ¡Algunas estrellas son tan grandes que podríamos poner la tierra y el sol dentro de ellas y todavía sobraría bastante espacio!
Nadie sabe cuando creó Dios los cielos y la tierra. Dios no nos ha dicho cuando lo hizo. La Biblia simplemente dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra". Exactamente cuándo esto sucedió nadie lo sabe.
¿Cómo creó Dios los cielos y la tierra? ¡Los creó por Su Palabra! La Biblia dice:
"Por la Palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de Su boca" (Salmo 33:6).
Dios habló, y el sol, la luna, la tierra y todas las estrellas existieron. La Biblia dice: "Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió" (Salmo 33:9).
¡La Palabra de Dios es poderosa! Lo único que Dios tuvo que hacer fue hablar y los cielos y la tierra fueron formados. ¿Cómo sabemos que esto es verdad? Lo sabemos porque la Palabra de Dios así lo dice.
Dios creó la tierra donde vivimos. Hizo los cerros, las montañas, los ríos y los lagos. Él hizo el pasto, las plantas, los árboles y las hermosas flores.
Dios hizo los peces que nadan en las aguas. El hizo mucha variedad de diferentes peces y animales acuáticos. Dios hizo los pájaros que vuelan por los aires. Hizo una gran variedad de aves. Dios hizo los animales. Él hizo muchas y diferentes clases de animales. Entonces Dios creó al primer hombre y a la primera mujer.
¿Por qué creó Dios al hombre? Dios creó al hombre para amarlo y para que el hombre lo amara a Él. Dios nos ama y quiere que nosotros lo amemos a Él.
¿Qué debería hacer Dios por este hombre que Él creó? ¿Debería Dios amar a este hombre? Sí, Él debería amarlo. ¿Debería Dios cuidar a este hombre? Sí debería cuidarlo. ¿Debería Dios decirle a este hombre lo que Él queria que él hiciera? Sí Él debería decírselo.
¿Qué debería hacer este hombre? ¿Debería él amar a Dios? Sí, él debería amarlo, ¿Debería él adorar a Dios? Sí, él debería adorar a Aquel que lo creó. ¿Debería él obedecer a Dios? Sí él debería obedecerlo.
¿Sería correcto que este hombre le dijera a Dios: "Yo no tengo que obedecerte; voy a hacer lo que yo quiera?" No, eso no sería realmente correcto. Lo que nosotros debemos hacer es amar a Dios, adorarlo y obedecerlo.
De todo lo que Dios creó, ¡Su creación más maravillosa fue el hombre! El hombre no descendió de los animales a través de un lento proceso llamado "evolución". Él fue creado por Dios. Dios hizo al hombre diferente a todas las demás criaturas. El hombre fue creado "a imagen de Dios".
Ninguna otra criatura fue creada a la imagen de Dios. Sólo el hombre fue creado a la imagen de Dios. ¡Esto nos dice que el ser humano es muy especial!
Dios no creó millones de personas. Él creó a un solo hombre. Dios lo llamó Adán. Dios creó una esposa para Adán. Su nombre fue Eva. La Biblia dice:
"Y creó Dios al hombre a Su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó" (Génesis 1:27).
Dios plantó un huerto para que vivieran allí Adán y Eva. Se llamó "el huerto de Edén". Tú y yo nunca hemos visto un jardín tan hermoso como el huerto de Edén.
En ese huerto había toda clase de árboles que eran hermosos a la vista y buenos para comer. Un río de agua pura y cristalina pasaba por el huerto. Adán y Eva tenían todo lo que necesitaban para ser felices.
Dios les dijo a Adán y a Eva que podían comer libremente del fruto de cada árbol en el huerto excepto de uno. Les mandó que no comieran del "árbol de la ciencia del bien y del mal". Dios dijo que si comían del fruto de ese árbol ciertamente morirían.
Adán y Eva eran muy felices en el hermoso jardín que Dios había preparado para ellos. Lo que más disfrutaban era esto: En el fresco de la tarde Dios venía para hablar y caminar con ellos.
A Dios le agradó Su creación. Él miró todo lo que había hecho y vio que era "muy bueno". La Biblia dice: "Todo lo hizo hermoso en su tiempo" (Eclesiastés 3:11).
La Biblia nos dice porque Dios creó todas las cosas. Las creó para Su placer y Su gloria. La Biblia dice:
"Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas" (Apocalipsis 4:11).
Quizás te preguntes: "Si Dios creó todas las cosas perfectas y hermosas, ¿Por qué hoy en día hay tantas cosas malas en el mundo?" La razón es ésta: un enemigo trajo el pecado al hermoso mundo que Dios creó. En nuestra próxima lección sabremos quién es ese enemigo y qué fue lo que hizo.
Ahora quiero hacerte una pregunta. De todas las cosas hermosas que Dios creó, ¿A cuál crees que Él más ama? ¡Él ama a las personas más que a todo lo demás! Dios ama a todas las personas. Él te ama a ti y me ama a mí.
¡Somos muy especiales! Vamos a considerar tres cosas que nos hacen especiales:
Fuimos creados a imagen de Dios.
Ninguna otra criatura fue creada a imagen de Dios. Eso nos hace especiales.
Podemos conocer a Dios.
Los animales no pueden conocer a Dios, pero tú y yo, sí. Lo podemos conocer, lo podemos amar, podemos hablar con Él a través de la oración y lo podemos adorar. Eso nos hace muy especiales.
Dios puede vivir en nosotros.
Lo más maravilloso de nosotros es esto: Fuimos creados de tal forma que Dios puede vivir en nuestro corazón. Esto nos hace muy, muy especiales.
¿Te gustaría que Dios entrara a vivir en tu corazón? Entonces, dile: “Querido Dios, yo realmente quiero que Tú vengas a vivir en mi corazón”. Dile que crees que Jesús es Su Hijo y que murió por tus pecados y resucitó para ser tu Salvador. Agradécele por dar a Su Hijo para ser tu Salvador.