UB David + I'll B Jonathan, Inc.

bajo un acuerdo especial con


Esta lección está escrita por El Club del Buzón


presenta
"Amor, noviazgo y matrimonio"

 

UB David + I'll B Jonathan, Inc.

bajo un acuerdo especial con

El Club del Buzón

presenta

Amor, noviazgo y matrimonio

Lección 10: Cómo experimentar el amor de Dios, Parte 2

Cómo experimentar el amor de Dios, Parte 2


No hay nada en este mundo más satisfactorio que tener una relación personal con Dios a través de Su Hijo Jesucristo.

Esta relación personal con el Dios que creó el universo puede satisfacer cada necesidad en tu vida. Jesús dijo:

"Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia". Juan 10:10

Cinco hermosos pasos

Podemos pensar en la salvación como tomar cinco pasos.

Podemos pensar en nuestra vida como una jornada larga. Hemos estado caminando lejos de Dios, pero cuando nos arrepentimos, nos volvemos a El. Podemos pensar en la salvación como tomar cinco pasos. Veamos cuáles son estos pasos.

Los cinco pasos que están a continuación nos muestran lo que significa recibir a Cristo como nuestro Salvador. Inicia desde abajo y lee cada paso.

Ahora vamos a hablar de cada paso y de lo que significa. Tendremos un versículo bíblico para cada uno.

Paso 1: Yo he pecado

"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios". Romanos 3:23

¿Qué nos dice este versículo? Nos dice que todos hemos pecado. Esto significa que hemos dicho y hecho cosas malas.

¿Te arrepientes de verdad por tus pecados? ¿Te arrepientes tanto que deseas dejar de pecar?

Paso 2: Dios me ama

Como somos pecadores necesitamos un Salvador, y Dios nos ha dado a Su Hijo para ser nuestro Salvador. La Biblia dice:

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna". Juan 3:16

Lee cuidadosamente este versículo otra vez. ¿A quién se refiere Dios cuando dice: "Al mundo"? Se refiere a todas las personas del mundo. ¡Eso te incluye a ti!

¿A quién se refiere Dios cuando dice: "Todo aquel"? Se refiere a cualquier persona. Eso también te incluye a ti. Puedes poner tu nombre en este versículo. ¡Hazlo ahora mismo!

Porque de tal manera amó Dios a ______, que ha dado a su Hijo unigénito, para que _______, que cree en él, no se pierda, más tenga vida eterna.

Lee el versículo ahora con tu nombre escrito allí. Esas son buenas noticias, ¿verdad? Este versículo te dice que Dios te ama a TI y que a TI te ha dado un hermoso regalo.

¿Cuál es el hermoso regalo de Dios para ti? ¡Es el regalo de Su Hijo! Dios te ama y ha dado al Señor Jesucristo para ser tu Salvador.

Paso 3: Cristo murió por mí

"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros". Romanos 5:8

Este versículo nos dice que Dios nos amó aunque éramos pecadores y que El dio a Su Hijo para morir en la cruz por nuestros pecados.

La Biblia dice que Dios puso todos nuestros pecados sobre Su Hijo en la cruz. Jesús no tenía pecado propio, pero cargó nuestros pecados. Cuando Jesús murió, clamó diciendo: "¡Consumado es!" Había consumado—terminado—la obra que había venido a hacer. Pagó la pena de nuestros pecados.

html5 video playlist by EasyHtml5Video.com v3.3

Puesto que Jesús murió por nuestros pecados, Dios ahora puede perdonar todos nuestros pecados cuando recibimos a Jesús como nuestro Salvador. Dios no pasa por alto nuestros pecados, pero los perdona porque ve la sangre de Su Hijo que se derramó por ellos.

Jesús no sólo murió por nuestros pecados, sino que resucitó para ser nuestro Salvador y Señor viviente. El ascendió al cielo y está a la diestra de Dios el Padre. Dios le ha dado al Señor Jesús todo poder en el cielo y en la tierra. El tiene el poder para perdonar tus pecados y hacerte hijo de Dios.

Paso 4: Le recibo a El

Nuestro siguiente versículo nos dice cómo llegar a ser hijo de Dios. La Biblia dice:

"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". Juan 1:12

Llegas a ser hijo de Dios al recibir al Señor Jesús como tu Salvador.

La salvación no es simplemente creer ciertos hechos en cuanto a Jesucristo; sino que es entrar en una relación viviente con El al recibirlo. Una gran mujer de Dios solía decir: "Para llegar a ser hijo de Dios hay algo que debes creer y alguien a quien debes recibir". Ese alguien a quien debes recibir es el Señor Jesucristo.

Lo recibes como tu Salvador al invitarlo a entrar en tu corazón. Tu corazón es como una casa con una puerta.

Dios te ha dado al Señor Jesús para ser tu Salvador, pero tú debes recibirlo. Cuando lo recibes como tu Salvador, llegas a ser hijo de Dios.

"¿Cómo recibo al Señor Jesús como mi Salvador?"

Lo recibes como tu Salvador al invitarlo a entrar en tu corazón. Tu corazón es como una casa con una puerta. El Señor Jesús dijo:

"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, ENTRARE A EL". Apocalipsis 3:20

Paso 5: Tengo vida eterna

"El que tiene al Hijo, tiene la vida [eterna]". 1 Juan 5:12

Este versículo te dice que si tienes al Señor Jesús como tu Salvador, tienes vida eterna. Repite esto: "El que tiene al Hijo, tiene vida [eterna]".

Ahora que te hemos explicado los cinco pasos, ¿estás listo para recibir al Señor Jesús como tu Salvador? Puedes hacerlo ahora mismo.

Puesto que esto es algo entre tú y el Señor, sería mejor encontrar un lugar tranquilo donde puedas estar a solas por unos minutos. Así que ahora mismo, antes de leer la siguiente parte, encuentra ese lugar tranquilo donde puedas estar a solas con el Señor Jesús.

Ahora estás listo para hablar con el Señor Jesús. Medita cuidadosamente en cada paso, y repite las palabras.

Paso 1: Yo he pecado

"Señor Jesús, sé que he pecado. Realmente me arrepiento de mis pecados y deseo dejar de pecar".

Paso 2: Dios me ama

"Dios, Te doy gracias por amarme tanto y por darme a Tu Hijo para morir por mis pecados".

Paso 3: Cristo murió por mí

"Señor Jesús, sí creo que eres el Hijo de Dios y que moriste en la cruz por mis pecados. Te doy muchas gracias por amarme tanto".

Paso 4: Le recibo a El

"Señor Jesús, por favor entra en mi corazón ahora para ser mi Salvador. Ahora mismo te recibo como mi Salvador. Por favor perdona mis pecados y hazme un hijo de Dios".

¿Qué dijo Jesús que haría si tú le pidieras que entrara en tu corazón? El dijo: "ENTRARE". ¿Cumple Su Palabra? Claro que sí. Si le pediste que entrara en tu corazón, y fuiste sincero, El ya entró. Ahora tú perteneces a El, y El te pertenece a ti—¡Para siempre!

Paso 5: Tengo vida eterna

"Gracias, Señor Jesús, por entrar en mi corazón y por ser mi Salvador. Gracias por hacerme un hijo de Dios".

Cuando tú crees que Jesús murió por tus pecados y lo recibes como tu Salvador, tienes vida eterna. Eres salvo. Tus pecados son perdonados. Eres hijo de Dios. Así de sencillo es.

¿Cómo sabes que tienes vida eterna? Lo sabes porque Dios lo dice en Su Palabra. La Biblia dice:

"El que tiene al Hijo, tiene la vida [eterna]…" 1 Juan 5:12

Cuando creemos en la Palabra de Dios y descansamos en la obra completa de Cristo, tenemos paz en nuestro corazón. ¡Sabemos que Dios ha perdonado nuestros pecados! La Biblia dice:

"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo". Romanos 5:1

No somos salvos al depender de cualquier cosa que nosotros hayamos hecho, sino al depender de lo que Cristo hizo por nosotros. No nos salvamos a nosotros mismos. Simplemente llegamos al Señor Jesús a descargar en El la carga de nuestros pecados. No podemos jactarnos de nada. La Biblia dice:

Tendremos muchos problemas al andar por el camino a nuestro hogar celestial.

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe". Efesios 2:8,9

Ser hijo de Dios es la cosa más maravillosa de todo el mundo, pero déjame decirte un secreto. No siempre será fácil mientras estemos aquí en la tierra.

Tendremos muchos problemas al andar por el camino a nuestro hogar celestial. Pero no tenemos por qué tener miedo. ¿Por qué? Porque el Señor Jesús está viviendo en nuestros corazones. El ha prometido:

"No te desampararé ni te dejaré". Hebreos 13:5

Los creyentes son amados y aceptados en Cristo

Hemos dicho que una de las necesidades más profundas de cada persona es ser amada y aceptada. La mayoría hace cualquier cosa por ser apreciada y aceptada por otras personas. Intentamos comportarnos lo mejor posible. Tratamos de impresionar a otros con nuestros puntos fuertes. Procuramos esconder nuestras debilidades y fracasos. Tememos que si otras personas se dan cuenta cómo somos en realidad, nos rechazarán.

el amor de Dios

Dios conoce nuestra necesidad de ser amados y aceptados y ha preparado un camino para que seamos totalmente amados y aceptados por El. En el momento en que recibimos a Cristo como nuestro Salvador, Dios nos pone EN CRISTO. Primera de Corintios 1:30 dice: "Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús".

Puesto que estamos EN CRISTO, somos amados y aceptados por Dios. Cuando Dios nos mira, nos ve EN CRISTO. Somos amados y aceptados completa y eternamente porque estamos en El.

Aún después de ser salvos, algunas veces nos parece difícil creer que Dios realmente nos ama. A nuestro enemigo, Satanás, le gusta confundirnos y hacernos dudar del amor de Dios. Le gusta atormentarnos, especialmente cuando le fallamos a Dios de alguna manera.

La verdad es que Dios nos conocía perfectamente cuando nos salvó. Nos había visto haciendo lo peor, y aun así nos amó lo suficiente para dar a Su Hijo por nosotros.

Si Dios me amó, me buscó y me acercó a Sí Mismo cuando yo era un enemigo rebelde, seguramente no dejará de amarme ahora que soy de El.

Habrá momentos cuando sentiremos que nadie nos ama, ni siquiera Dios. Pero los sentimientos no siempre reflejan la verdad. Andamos por fe en la Palabra de Dios, no por nuestros sentimientos. Por lo tanto, debemos creer a Dios. Con o sin sentimientos, cualquier cosa que Dios dice es verdad. El Apóstol Juan dijo:

"Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros". 1 Juan 4:16

Tengo un problema…

Tengo un problema

Quizás tú sí deseas recibir al Señor Jesús como tu Salvador, pero algo parece detenerte. Consideremos algunos problemas que podrías tener.

  • "Creo que es para otra persona, no para mí".

Quizás tú leas Juan 3:16 y digas: "Sí, es verdad, pero eso es para otra persona. No es para mí".

¡Pero sí es para ti! Cuando la Biblia dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo", está hablando de ti. ¡Tú estás en el mundo! Y cuando dice: "Para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna", también se refiere a ti. Dios te ama, y dio a Su Hijo para morir por ti. El desea que tú le recibas como tu Salvador.

  • "Si recibo a Cristo como mi Salvador, ¿no me perderé de muchas

De ninguna manera. No hay nada en este mundo más emocionante o satisfactorio que tener una relación personal con Dios a través de Su Hijo, Jesucristo.

La vida no tiene que ser una lucha solitaria. Es emocionante cuando Cristo está en control. Y así es cómo El quiere las cosas. Jesús dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia".

  • "No creo que pueda llegar a ser cristiano en mi situación".

Quizás tú estés diciendo: "Sé que debo recibir a Cristo como mi Salvador, pero no creo que pueda ser cristiano en mi situación".

Recibir a Cristo como tu Salvador es una decisión del corazón, y puede suceder en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. Cuando Cristo te salva, viene a vivir en ti. Puede darte poder para vivir para El en cualquier situación.

  • "He estado involucrado en pecados sexuales. ¿Cree usted que Dios me pueda perdonar?"

Las personas que se han involucrado en pecados sexuales suelen tener mucha dificultad en creer que pueden ser perdonadas. Paul Tournier, un psiquiatra reconocido, dice:

"En lo privado de mi consultorio, hombres y mujeres de todas edades me han dicho que creen que Dios puede perdonar cualquier pecado menos el pecado sexual. Sienten que por esa clase de pecado Dios no puede perdonarlos nunca, sino que tiene que despreciarlos para siempre".

Quizás tú has caído en pecado profundo, pero Dios te puede levantar. Cuando tú recibes a Cristo como tu Salvador, Dios perdona tus pecados—todos tus pecados. La Biblia dice:

"La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de TODO PECADO". 1 Juan 1:7

Dios desea que te arrepientas sinceramente de tus pecados—tanto así que los dejes. Dios desea que sepas que puedes ser perdonado por tus pecados al confesárselos a El y al confiar en la Sangre de Jesús que fue derramada por ellos. La Biblia dice:

"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de TODA maldad". 1 Juan 1:9

  • "Temo lo que mis amigos podrían pensar".
La presión de los amigos es muy poderosa.

Tus amigos te pueden presionar para que tú digas y hagas cosas que les agradan para ser aceptado por ellos. La presión de los amigos es muy poderosa. Aún en los tiempos de Jesús había personas que querían confesarlo como su Salvador, pero tenían temor de hacerlo por la presión de sus amigos. La Biblia dice en Juan 12:43: "Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios".

El remedio para la presión de los amigos es darte cuenta de que tu relación con Jesucristo es mucho más importante que cualquier otra relación que jamás tendrás. Tu destino eterno depende de tu relación con El.

Es trágico rechazar a Cristo por lo que piensan o dicen tus amigos. Recuerda que la risa de tus amigos puede lanzarte al infierno, pero la risa de tus amigos no puede sacarte de él.

El famoso evangelista D. L. Moody una vez habló en una reunión donde estuvieron presentes 5,000 ateos. (Un ateo es alguien que no cree en Dios.) Al terminar su mensaje, cuando Moody estaba dando la invitación para que recibieran a Jesús como Salvador, un hombre se levantó en medio del salón y gritó: "¡Yo no!"

El señor Moody explicó que cada hombre en el auditorio tenía que tomar la decisión de decirle a Dios: "Yo sí" o "Yo no". El explicó las consecuencias de esas decisiones. Los que dijeran: "Yo sí", y recibieran a Cristo como Salvador pasarían la eternidad en el cielo con Dios. Los que dijeran: "Yo no" pasarían la eternidad en el infierno con los rebeldes y desobedientes.

Cuando Moody dijo: "Caballeros, tienen a su campeón en el centro del salón—el caballero que dijo: ¡Yo no! Quiero que cada hombre que cree que él tiene la razón siga su ejemplo, se pare y diga: ¡Yo no!" Ni un solo hombre se paró.

Entonces Moody pidió que los que querían decir: "¡Yo sí!" se levantaran y pasaran al frente. Mientras miles de amigos ateos los miraban, unos 500 hombres valientemente pasaron al frente para recibir a Jesucristo como su Salvador.

  • "Recibiré a Cristo como mi Salvador algún día, pero todavía no".

La Biblia nos dice que debemos recibir a Jesús ahora . No sabemos qué nos depara el futuro. Nadie puede estar seguro de que vivirá el próximo año, el próximo mes, ni siquiera el próximo día. La Biblia dice:

"He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación". 2 Corintios 6:2b

Aquí está la historia de Diana Patmont. Cuando Dios habló al corazón de Diana, ella recibió a Cristo como su Salvador inmediatamente. Su historia ha tocado los corazones de miles de jóvenes.

Haz lo que Diana hizo. Si Dios está hablando a tu corazón, recibe a Cristo como tu Salvador AHORA.

la historia de Diana Patmont

Diana Patmont tenía quince años. Era una joven popular en su escuela en Oakland, California. No sólo era bonita y alegre, sino que era una excelente alumna y tenía muchos amigos.

Diana Patmont tenía quince años.

Diana era alegre y llena de vida, pero también era muy seria. Deseaba saber las respuestas a las preguntas grandes de la vida: ¿De dónde vengo? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué sucede después de la muerte? En una ocasión dijo: "Existen tantos caminos en esta vida, ¿cómo puedo saber cuál debo tomar?"

Dos amigas tomaron la iniciativa

Una tarde dos amigas sintieron la necesidad de Diana de tener una experiencia cristiana verdadera y la invitaron a asistir a la iglesia con ellas. Allí Dios habló al corazón de Diana y ella se dio cuenta de que era pecadora y necesitaba un Salvador. Después del servicio fue a hablar con el pastor. El pastor abrió la Biblia: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6). Diana se hincó y oro y le pidió al Señor Jesús que entrara en su corazón y fuera su Salvador.

La Palabra de Dios le dio a Diana la plena seguridad de que sus pecados habían sido perdonados y de que tenía vida eterna. "El que cree en el Hijo tiene vida eterna" (Juan 3:36). Diana creyó la promesa de Dios y su gozo no tenía límites.

Llegó el tiempo de vacaciones y su familia había planeado un viaje para visitar a parientes en Iowa. De alguna manera, Diana tenía un presentimiento en cuanto al viaje y confió a varias de sus amigas: "Tengo el presentimiento de que no regresaré del viaje". Nadie la tomó en serio. Le decían: "Nos vemos en ocho días".

Mientras Diana empacaba para el viaje, se dijo a sí misma: "¿Qué pasará si de verdad no regreso? ¿Cómo sabrán todos mis amigos de lo que Cristo ha hecho por mí? Debo escribir una carta".

Para estar segura que encontrarían la carta si algo le sucediera, Diana le habló a su mejor amiga y le dijo: "Linda, si no regreso de este viaje, por favor toma la carta que estoy dejando en mi escritorio y léesela a todos".

Al siguiente día el clima estuvo terrible mientras su familia manejaba por las curvas al atravesar las montañas en Nevada.

Al siguiente día el clima estuvo terrible mientras su familia manejaba por las curvas al atravesar las montañas en Nevada. Estaba lloviendo tanto que no se podía ver. Repentinamente el auto quedó fuera de control y se fue por el desfiladero. Pocos minutos antes Diana y su hermana mayor habían cambiado de lugares en el auto; y al caer por el desfiladero, Diana fue herida por los vidrios que se estrellaron. Una ambulancia llegó tan rápidamente como fue posible, pero tuvo que trasladarse casi 100 kilómetros en el aguacero para llegar al hospital más cercano.

Aunque estaba en estado de shock, Diana habló una y otra vez de su Salvador. Después le preguntó a su papá: "Papito, ¿estoy muriendo?" Su padre contestó: "Te vas a poner bien, corazón". Pero de alguna manera Diana se dio cuenta de que la muerte estaba cerca, y dijo victoriosamente: "No tengo miedo de morir. Sé a dónde voy". Poco antes de que la ambulancia llegara al hospital, Diana pasó de este mundo a la presencia del Salvador a quien amaba tanto.

El Deseo más grande de Diana

El deseo más grande de Diana en esta vida era que todos pudieran escuchar lo que Jesucristo había hecho por ella. Poco antes de morir, pidió una cosa: "Diles a todos". Su deseo se ha llevado a cabo de una manera hermosa.

Aquí está la última carta de Diana—escrita horas antes de que muriera:

mañana por la mañana

Son como las 8:35 el viernes por la noche, mañana por la mañana vamos a salir hacia Iowa.

Siento que una persona nunca sabe lo que va a suceder. Lo que quiero decir es que es posible que yo muera en el viaje que voy a realizar con mi familia. Verdaderamente lo dudo, porque creo que hay muchas cosas que Dios quiere que yo haga. Pero estoy escribiendo esto por si acaso.

Encontré algo muy importante este año. Fue la respuesta a cada problema que jamás he tenido o tendré. Descubrí que la religión no es sólo para las ancianitas. Descubrí que la RELIGION no es importante, sino el CONOCER A JESUCRISTO COMO MI SALVADOR PERSONAL… Y CONFIAR EN EL.

Saben, antes de ser una cristiana SALVA, había un vacío en mi vida, algo faltaba, pero ahora mi vida está completa—soy salva a través de Jesucristo.

Ya lo sé, para una persona que no conoce al Señor como su Salvador, esto suena como si yo estuviera loca—pero por favor, POR FAVOR, TE RUEGO que hables con mi pastor de cómo me siento, él te dirá, porque sabe que fui a su estudio después del culto el día 28 de octubre. Ese día me arrodillé con él y recibí al Señor Jesús en mi corazón y fui salva. Desde entonces, el Señor ha cambiado mi corazón completamente—no puedo expresar en palabras cuánto ha hecho El por mí y cuánto hará por ti si se lo permites.

Por favor recuerda que El vive hoy y El contesta tus oraciones.

Te ruego que hables con mi pastor, con Linda o con mi abuela o abuelo. Por favor, POR FAVOR: También por favor lee el material que está debajo de mi Biblia. Y también por favor lee la Biblia—especialmente el Nuevo Testamento. Hazlo por mí para saber de qué estoy hablando. ¡No es religión! La religión no te llevará a ninguna parte, pero Cristo te llevará al cielo. Sé que he tenido muchos errores malos que vencer. Pero con Su ayuda puedo hacerlo. Cuando regrese, prometo escribir todo un cuaderno sobre las cosas que el Señor ha hecho para cambiar mi vida: pido que Dios me permita vivir lo suficiente para lograr hacerlo.

Por favor haz lo que he dicho. Por favor recuerda esto (de la Biblia): 1 Juan 5:11-13:

"Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida, el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que SEPAIS que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios".

Por favor recuerda que El vive hoy y El contesta tus oraciones. Por favor arrodíllate y acéptalo en tu corazón si nunca lo has hecho. Nunca conocerás la paz hasta que lo hagas—por favor hazlo—El te está esperando.

Por favor diles a todos mis conocidos acerca de mi fe en Jesucristo—El es verdadero.

Tuya en Cristo,
Diana Patmont

^arriba

Real Time Web Analytics